sábado, 19 de noviembre de 2016

19 DE NOVIEMBRE, LA BATALLA DE MADRID

Panoramica Ciudad Universitaria


19 de noviembre 1936 (jueves)


EL SANTO Y SEÑA PARA CIRCULAR ESTA NOCHE POR MADRID ES:

Pregunta: Nos defenderemos
Respuesta: De la esclavitud

Sin el santo y seña no se puede circular por las noches de Madrid, sin que te detengan.



Hoy los contraataques se producen por doquier a  lo largo de la Ciudad Universitaria. Hoy también tiene lugar el intento de recuperación del Clínico por parte de la columna Durruti diezmada, que se propone con empeño lavar su imagen tras los repliegues de días anteriores (el Estado Mayor Republicano ha estado tentado de desarmar la columna utilizando la guardia de asalto), “Durruti entro en Madrid y marcho a pelear a la Ciudad Universitaria. La gente tuvo un gran entusiasmo por él” (Pio Baroja en miserias de la guerra), pero ahora no se ganan nada más que críticas y sorna del mando, incluida la del propio Miaja, y sobre todo de los comunistas que se frotan las manos ante el fracaso de sus “compañeros anarquistas”. La columna de Durruti ha estado a “petición propia siempre en primera línea y en los sitios más peligrosos, han retrocedido en algunas ocasiones, es cierto, pero también retroceden otras unidades, incluso las internacionales. Pero injustamente solo las columnas anarquistas son cuestionadas. Esta presión se traduce en prisas por querer demostrar que las críticas son injustas, Durruti pide de nuevo que se le asigne el lugar más peligroso de la Ciudad Universitaria, para demostrar el valor de sus hombres, estas prisas provocaran la muerte en extrañas circunstancias de Durruti.

Hospital Clínico
Relevada la columna Durruti en el Clínico, dos nuevos batallones uno cenetista y otro del 5 Regimiento, fueron lanzados por enésima vez a recuperar el edificio y contactar con los soldados republicanos que aun luchaban en los pisos superiores. La muerte también de los jefes de ambos batallones hace que toda la moral y todas las ansias por recuperar el edificio se vengan abajo y los oficiales angustiados, acuerdan evacuar lo que aún conservan del edificio, que es completamente conquistado por los fascistas. El coronel Alzugaray que mandaba las fuerzas republicanas monta en cólera, arresta a los oficiales y ordena que sean juzgados.

Lo que está claro es que la columna anarquista no logro lo prometido, y fue sacada de la línea; Julián Zugazagoitia se lamenta: “tantas veces como se les consideraba expulsados tantas veces nos equivocamos”. Este mismo día el gobierno reconoce en los partes algo que siempre negaba, “se ha combatido con extrema dureza, atacando las tropas facciosas y contraatacando nuestras fuerzas briosamente en distintos puntos de la Ciudad Universitaria”.
 
Batallón Garibaldi, en un acuartelamiento de El Pardo
Una vez incorporada la Xll brigada. El batallón Garibaldi sustituye al Dabrowski a lo largo del Manzanares y de Puerta de Hierro; el Thaelmann, al Edgard André en el palacete; el franco-belga, al Comuna de París en la Ciudad Universitaria. La XII brigada internacional releva a la XI tras diez días de combates ininterrumpidos.

A mediodía, cuando llevan apenas unas horas intentando ocupar sus puestos, sin haber conseguido aún fortificarse, un denso fuego de fusilería alerta a los italianos. Muchos se desconciertan, y se producen movimientos nerviosos. Los más veteranos  que tienen ya experiencia de combate, dirigidos por su capitán, Francesco Leone, observa que el revuelo que se produce es el principio de una desbandada. Los oficiales y los comisarios detienen a los que corren, sin control, los frenan y reorganizan. Las compañías se prestan a hacer frente al ataque que se les viene encima. Los italianos avanzan con precaución, seguidos por los que los comisarios han reagrupado que recuperan la calma. Trescientos metros hacia delante topan con grupos de enemigos que titubean creen que han roto el frente y se desplazan con confianza. Los italianos hacen fuego sobre ellos. Matando e hiriendo a algunos, el resto retroceden en busca de refugio. Los brigadistas aprovechan para protegerse y atrincherarse. Ahora, por fin, comienza a funcionar la estructura militar del batallón.

Al anochecer, el combate cesa y los hombres preparan parapetos, aprovechando los cursos de agua creados por la lluvia incesante. Enfrente, los fascistas mantienen una posición más ventajosa y cómoda. Se han aprovechado del mal organizado relevo, han capturado algunas casas,  en las que se protegen de la lluvia y se parapetan.

El mal organizado relevo entre las dos brigadas ha sido aprovechado por los fascistas,  que se han encontrado  una situación muy propicia para sus intereses. Las fuerzas moras del 1 tabor de la Mehal-la jalifiana de Larache, a las que el ataque les cuesta doce muertos y cincuenta heridos. El tabor apenas cuenta ya con oficiales. Lleva en la Casa de Campo desde el día 15.
 
Tropas de regulares avanzan en la Ciudada Universitaria 
A lo largo del día, los aviones se ensañan con la estación del Norte, las casas que bordean en el Manzanares, el hotel Savoy, el Cuartel de la Montaña, la calle de Alcalá, barrio de Extremadura,  los ministerios de Gobernación, Comunicaciones, Marina y Guerra. Todos estos objetivos han sido bombardeados “muy intensamente” según el parte franquista.


También es bombardeado el Palacio de Liria, propiedad del duque  de Alba. El palacio que desde los primeros días fue requisado por el PCE, que ha montado  una guardia para evitar el saqueo. Los milicianos lo han respetado todo, con la excepción de la bodega. Pero ahora se trata de salvar lo que hay dentro. Han caído varias bombas incendiarias.
 
Milicianos custodiando el Palacio de Liria
El duque de Alba que se trasladó a Londres, que es su segunda casa. Por algo es  también duque de Berwick. Y es el representante oficioso de Franco. Se encarga de hostilizar el trabajo del embajador español, Pablo Azcárate, que no encuentra más que el rechazo de los conservadores ingleses.

En Londres hay una pugna que será internacional por demostrar la brutalidad del contrario. Desde la casa de Alba se culpa a los republicanos del incendio del palacio. Pero por el empeño de los milicianos, todas las obras de arte que guarda se salvan. Y serán enviadas a Valencia para su custodia.

Emilio Mola, jefe del ejército atacante, (el director, el coordinador del golpe de estado que desencadeno la terrible guerra civil) contempla la acción de sus aviones desde una torre en Leganés. Se queda admirado mientras contempla los incendios que hay en Madrid.

 
Traslado de cadáveres

Pero desde la calle, las cosas se ven aún peor que desde el aire, porque no sólo se divisan los incendios y los embudos que causan las bombas. Se puede ver también el terrible espectáculo de los cadáveres entre las ruinas, masacrados por la metralla y los escombros. En la calle, la gente llora, se lamenta, pero intenta vivir como si nada sucediera. Muchos madrileños juran con el puño levantado hacia el cielo. No se escucha en toda la ciudad una voz que hable de rendición, aunque las bajas civiles se cifran en  dos mil muertos desde que empezaron los bombardeos.

19.11.36. Telegrama de la Cruz Roja Internacional (en francés) dirigido a Franco
AGMAV, CGG, A1, L47, Cp16, F2 y AGMAV, CGG, R202, A5, L275, Cp21, F8
(Traducción MV)

“Deseando ahorrar población no combatiente Madrid sufrimientos inútiles rogamos Vuestra Excelencia nos confirme información prensa según la cual Alto Comandante dispuesto a asegurar respecto un barrio Norte Este de Madrid donde podría recogerse población no combatiente STOP. Si información inexacta nos permitimos sugerir utilizar similar medida. STOP. Si acuerdo rogamos nos delimite exactamente zona para que hagamos gestiones con la otra parte a fin de asegurar que esta zona estará exclusivamente reservada a la población no combatiente y no será utilizada para fines militares. STOP Pediremos autoridades de Madrid que nuestro Delegado se encargue asegurar control con ayuda neutral Cruz Roja Internacional” El único barrio de Madrid que Franco no bombardeo, fue el de Salamanca (donde vivían la mayoría de sus adeptos)

10.11.36. Protección para la Telefónica
(MAE, R614, 8)

Los embajadores de Gran Bretaña y Estados Unidos envían telegramas para que “se evite en todo lo posible el bombardeo del edificio de la Telefónica en Madrid para evitar peligro a las vidas de muchos súbditos británicos y norteamericanos que ya están trabajando allí y también la destrucción de la instalación y maquinaria”
Esta petición fue respondida oficialmente por telegrama al día siguiente, 19.11.36, con el siguiente texto:
COMUNIQUE EMBAJADOR GRAN BRETAÑA QUE DADA LA IMPORTANCIA MILITAR DE LA TELEFÓNICA DE MADRID COMO CENTRO DE COMUNICACIONES DEL ENEMIGO Y LA RESISTENCIA QUE ESTE HACE EN LA POBLACIÓN PODRÍA DAR LUGAR A TENER QUE BATIR PUNTO DE TAN ALTO INTERÉS TÁCTICO NO OBSTANTE LOS ESFUERZOS QUE SE HACEN PARA EVITAR DAÑOS A LA POBLACIÓN  STOP


En la retaguardia fascista las cosas no van del todo bien. Primero fue el fracaso del día 8, cuando se pensó que para los legionarios y los regulares iban a ser un paseo el llegar hasta la Puerta del Sol, desde la Casa de Campo. Ahora es el tapón de la Ciudad Universitaria. No progresan ya en ninguna dirección. La cuña del Clínico está bien taponada por la 2 brigada. Los demás frentes se han estabilizado por falta de relevos.

Coronel Yagüe con Franco
Algunos mandos hablan en voz más alta de lo habitual y recuerdan los avisos de Yagüe: no se ha elegido bien la línea para tomar Madrid.

El cronista oficial Víctor Ruiz Albéniz, que escribe bajo el seudónimo de "El Tebib Arrumi", que tiene acceso directo a Franco, se esfuerza hoy por acallar las críticas contando una supuesta conversación con algún disidente: “No me lo explico, no se lo explican muchos, se está atacando Madrid por el lado peor, de abajo arriba, queriendo tomar la fortaleza por el foso, cuando ofrece otros frentes más accesibles y abiertos. Napoleón sabía lo que hacía y atacó Madrid por Chamartín. Nosotros lo hemos hecho por el frente totalmente opuesto. ¡No me lo explico!”.
 
El cronista Tebib Arrumi, derecha
El cronista responde con aplomo: “Cuando el general en jefe se llama Francisco Franco, nadie puede jactarse de conocer la integridad de sus pensamientos y mucho menos el detalle de sus proyectos porque la primera virtud de un generalísimo es la discreción y la prudente reserva de sus planes… Es verdad. Hemos atacado la fortaleza de Madrid por el foso; y un foso tanto más difícil de sobrepasar, cuanto que aquella malhadada obra de la canalización del Manzanares trocó el vadeo de “aprendiz de río” en operación preñada de dificultades… ¡cuál no sería nuestro empuje que hemos allanado todo lo que parecía imposible de vencer, y al lado de allá, dominando Madrid, están hoy unos miles de soldados de España, de esos que por nada se arredran y hacen posible la más acentuada locura técnica! Queda el rabo por desollar, ese rabo de la defensa criminal de una ciudad en calles y casas, en barricadas y tejadillos, desde los que se pretende cazar al acecho a los bravos asaltantes que quieren acabar con el imperio rojo que padece la capital… El llegar un lunes o un viernes, un 19 o un 25 a la Puerta del Sol, ni es problema ni puede presionar en forma alguna al mando”. Víctor Ruiz Albéniz, "El Tebib Arrumi", será el abuelo de Alberto Ruiz Gallardón.

Los que dudan han de confiar ciegamente en Franco. “Es el Caudillo por la gracia de Dios”


Franco “el Caudillo” se siente fuerte entre los suyos. Tanto que da órdenes para que se desarrolle la ley de primero de octubre, Que oficializara su nombramiento, en el desarrollo de la ley se contemplan las funciones de la Junta Técnica, pero no las de la Junta de Defensa, que en su toma de posesión había afirmado que le acompañaría. Franco da un  golpe de Estado con ese “olvido”: la Junta de Defensa se disolverá sola, sin incluir ningún decreto en el Boletín del Estado. Y Franco es, ya para siempre, jefe del Estado, sin que se mencione la palabra “gobierno”.
 
General Cabanellas
Pero el fragor de los combates y de los bombardeos hace que esas “minucias no trasciendan”. Sólo los miembros de la Junta, y sobre todo su presidente, el general Cabanellas, harán alguna discreta referencia a su eliminación. “Ya no le despegaremos del cargo ni con agua caliente”

El Clínico en la Ciudad Universitaria y el cerro de Garabitas en la Casa de Campo, son las dos puñaladas más dolorosas para los madrileños. Contra ambas posiciones se desatan ataques continuos con nulo resultado. En Garabitas, los fascistas han instalado un dispositivo de cruce de fuegos imposible de tomar. Los hombres caen  allí por docenas cada vez que intentan tomarlo. En el Clínico, los escombros que provocan las explosiones de la artillería no hacen sino facilitar nuevos parapetos. Los moros y legionarios aguantan los ataques. Y cuando hay calma, los tiradores moros esperan durante horas con su fusil hasta que algún incauto miliciano, que no toma las precauciones necesarias es alcanzado.
 
Buenaventura Durruti y el sargento Manzana sobre el que se especula tubo participación en su muerte
Durruti, el hombre considerado por los habitantes de Madrid como su salvador, ha organizado el asalto al Hospital Clínico para recuperarlo una vez que sus tropas han huido, una vez que las tropas de las milicias vascas han dejado el edificio en manos de los fascistas por una momentánea falta de coraje. Durruti llega al Clínico para encabezar el ataque, acompañado de su chófer y de su asesor militar, el sargento Manzana. Pero al bajar de su coche, frente al Clínico, una bala le atraviesa el pecho. Con toda rapidez, le trasladan al hotel Ritz, donde los anarquistas madrileños tienen instalado su hospital de sangre.

La muerte de Durruti sigue siendo una incógnita ochenta años después ¿Fue una bala procedente del Hospital Clínico y disparada por las tropas franquistas la que acabó con la joven y azarosa existencia del héroe anarquista, tal como sostuvo la versión oficial del gobierno republicano? ¿Procedió esa bala de las filas comunistas para cercenar el protagonismo del movimiento libertario durante la Guerra Civil y acabar con el Consejo Revolucionario de Aragón que comportó la eliminación de las colectividades agrarias? ¿Fue un accidente al disparársele el naranjero que portaba y que se golpeó al bajar del coche (algunos testigos afirman que Durruti no portaba el naranjero ese día, solo tenía un revolver? ¿Fue un accidente al golpear contra el suelo del vehículo el naranjero que portaba el sargento manzanas? ¿Fue asesinado por el sargento Manzanas, como llego a especularse? ¿Fue asesinado por sus propios hombres, tal como los comunistas difundieron? Lo único claro que hasta hoy, hay es que por el tatuaje de pólvora que presentaba la zamarra que vestía Durruti el disparo fue a menos de 10 centímetros de su cuerpo, ósea a quema ropa.

Marcel Junod (1904-1961), delegado y miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja, durante la Guerra Civil
Cuando los delegados de la Cruz Roja les preguntan a los dos defensores por qué no rinden Madrid si el honor ya está salvado, Miaja responde: “Preferimos quemarla”. La respuesta de Rojo, en apariencia, es menos heroica: “Porque no nos da la gana”.




PARTES OFICIALES DE GUERRA

PARTE FRANQUISTA

En el sector de El Escorial pequeños avances de nuestras tropas.

En los barrios de Madrid, ensanchamiento de las zonas ocupadas, rechazándose varios ataques del enemigo, al que se ocasionaron numerosísimas bajas y cogiéndole cuatro ametralladoras.

En el aire, bombardeos intensos de los puntos de importancia militar, siendo derribados por nuestras fuerzas aéreas cuatro aviones de caza enemigos.


PARTE REPUBLICANO

A las nueve y media de la noche:
Frente del centro. La jornada de hoy ha terminado sin que se modificase la situación de nuestras tropas, a pesar del intenso ataque del enemigo. Se ha combatido con extraordinaria dureza atacando las tropas facciosas y contraatacando nuestras fuerzas briosamente en distintos puntos de la Ciudad Universitaria y la Casa de Campo.

Las posiciones alcanzadas en la mañana de hoy han sido conservadas.


Se han hecho al enemigo algunos prisioneros, se le ha volado un polvorín y se le ha capturado material de guerra. Un fuerte contraataque dirigido por el enemigo contra nuestras posiciones en las últimas horas de la tarde, apoyados con carros de combate, fue enérgicamente rechazado, ocasionándole muchas bajas.

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