Palacete de la Moncloa, lo que hoy conocemos como Presidencia del Gobierno |
18 de noviembre 1936 (miércoles)
EL
SANTO Y SEÑA PARA CIRCULAR ESTA NOCHE POR MADRID ES:
Pregunta:
Todos a las armas
Respuesta: Ni un paso
atrás
Sin
el santo y seña no se puede circular por las noches de Madrid, sin que te
detengan.
En la
jornada del 17, se profundizó en la cuña de la Ciudad Universitaria, para el día
de hoy se planifica ensanchar la cuña por el norte, para ello se atacara el
palacete de la Moncloa, dependencias próximas y viveros, en un intento de
amortiguar los golpes que reciben desde Fuencarral, acción que se inicia con
éxito aprovechando en que se producía el relevo de la Xl Internacional muy
desgastada por la Xll Brigada Internacional, sufriendo un grave castigo al
relevar en plena acción progresiva del
enemigo. Los republicanos resisten con tenacidad después del primer ataque,
evitando la caída total del dispositivo, así aguantaron dos días.
El
Clínico es uno de los bastiones más disputados en el combate que tiene lugar
por ampliar la cuña de la Ciudad Universitaria. En el interior del edificio, se
lucha por las plantas y las habitaciones los legionarios de la lV bandera y el
batallón Edgard André, de la XI Brigada.
Los combatientes caen a montones. Por la noche, los heridos son evacuados al hospital
por docenas. Los republicanos lo tienen más fácil, tienen sus hospitales y entierran a sus muertos a
retaguardia. Los fascistas han de transportar
a sus heridos por las pasarelas del Manzanares y hacerles llegar al hospital de
sangre de Griñón. Muchos se quedan por el camino, desangrados, y tienen que dar
sepultura a los suyos, en el terreno que circunda el edificio en ruinas.
En
el Clínico se improvisan nuevas formas de combate. Los soldados enemigos se
escuchan unos a otros a través de los gruesos tabiques que separan las
estancias. Con dos picos, se abre un agujero en la pared; en cuanto hay hueco,
se mete por él el cañón del fusil ametrallador y se rocía de balas el espacio. “—Así
nos hirieron a todos los que estamos aquí —le
dice al periodista Jesús Izcaray un combatiente alemán de los que manda
Hans Kahle. Había un legionario que de
dos golpes de picachón abría el agujero. Esperemos que se lo hayan cargado”.
(Julián Zugazagoitia Guerra y
Vicisitudes de los Españoles)
El combate seguía
con redoblada violencia. Varela apremiaba a sus huestes. “¡No es posible, no es
posible! Eso es que os falta resolución para atacar ¡No se comprende de otro
modo!” No lo comprendía él. No podía comprenderlo. ¿Era admisible que sus
cálculos hubiesen fracasado? Seco como un esparto, hacia crepitar sus órdenes,
increpaba a los jefes, Los hería con sus reproches… Les pedía más pasión, más
calor. Era absolutamente imposible que el enemigo resistiese un ataque llevado
a un buen tren: ¡Si no tenían armas! ¡Si eran unos grupos sin mandos! El
general Varela se exasperaba y en su
exasperación dejaba escapar palabras y
juicios mortificantes. Pedía más servicios de aviación que, sin riesgo, se
fijaba en el cielo de Madrid y concienzudamente destruía observatorios,
trincheras, casas; mataba hombres y animales. La Ciudad Universitaria y el
barrio de Arguelles iban saltando en pedazos.
Los
aviones franquistas dejan caer toneladas de bombas incendiarias. Madrid vuelve
a arder, a mostrar a sus sitiadores esa imagen fascinante de las antorchas que
iluminan su silueta durante la noche.
El día 18.
Madrid mide su miedo. El día anterior la aviación había causado más de dos
centenares de víctimas entre muertos y
heridos, y las casas siniestradas han cuantiosas. “La ciudad después de la
crisis nerviosa de la noche anterior, esta callada y postrada. La gente circula
aun por las calles. Pero van rozando las paredes, miran miedosas al cielo,
inspeccionan al pasar la profundidad de los portales bajo los cuales pueda uno
refugiarse”.
En Madrid hay más de tres mil heridos
sin evacuar. Y los muertos se amontonan en los depósitos porque no hay
capacidad en los servicios funerarios para atender las necesidades. El alcalde
ha solicitado permiso a la Junta de Defensa para que se caven fosas comunes y
se entierre a los madrileños sin ataúd. Los sindicatos de ferroviarios intentan
poner en marcha los servicios al menos hasta Arganda, pero mientras tanto
solicitan que se provea a los responsables de la evacuación y los suministros
de más camiones.
Koltsov. Diario de la guerra española. Los días 18 y 19, miércoles y jueves.
Estas cuarenta y ocho horas han sido lo más
terrible de cuanto hasta ahora ha experimentado la desgraciada ciudad. Madrid
arde. Las calles están llenas de luz, en las calles hace calor, pero no es de
día ni es verano, sino una noche de noviembre. Camino por la ciudad – un enorme
resplandor ilumina las calles por todas partes, a donde quiera que me dirija.
Madrid arde, lo ha incendiado la aviación alemana. Arden los edificios públicos,
los hoteles, las enfermerías, los institutos. Arden sin fin las viviendas. Es imposible
apagar todos estos incendios, los equipos de bomberos ya no pueden más. No darían
abasto aunque hubiera un número de bomberos cinco veces mayor. Procuran, con ayuda
de voluntarios, evitar tan solo las complicaciones, las explosiones y la muerte
de las personas. Se apresuran a cortar las conducciones de gas, sacan la
bencina, aíslan las casas vecinas. El hecho es que la prueba aún no ha
terminado. El mando fascista bombardea Madrid con fuerza creciente. Aquí ha
sido concentrada en lo fundamental toda la aviación de los facciosos. Hoy,
durante el día (jueves 19), han bombardeado la ciudad veinte Junkers acompañados
de treinta cazas - había de una vez cincuenta aparatos en el aire. La
aviación republicana, numéricamente, es mucho
más débil. Su audacia no siempre puede compensar la superioridad del enemigo.
De todos modos, los “chatos” han abatido hoy dos Junkers y dos cazas. En el
umbral del año 1937, el militarismo fascista, a los ojos del mundo entero,
destruye una enorme capital europea. Para aniquilar un barrio obrero, con sus
frágiles casitas, de delgadas paredes.
“Madrid rojo y negro: milicias confederales” de Eduardo de Guzmán
Los días 17 y 18 se pelean con
encarnizamiento salvaje. La aviación vuela constantemente sobre Madrid. Surgen
incendios por todas partes. Argüelles es tan sólo un informe montón de
escombros. La artillería dispara sin descanso. La colonia del Metro, la Dehesa
de la Villa, Puerta de Hierro, Rosales, la plaza de la Moncloa están envueltas
en el humo de las explosiones. Sin cesar llegan a la Ciudad Universitaria
nuevas expediciones de moros, civilones y terciarios. Sin cesar emprenden
ataques desesperados en todas direcciones. En los parapetos no duerme nadie, no
descansa nadie, no come nadie. No hay tiempo para nada. Hay que estar
disparando constantemente, lanzando bombas de mano rehuyendo las explosiones de
la artillería y la aviación. Trabajan heroicamente los fortificadores. Caen
también a montones como los milicianos. Pero rápidamente surgen líneas de
admirable defensa. El 18, después de tres días de pelea épica, Durruti puede
resumir la situación ante el Estado Mayor: “El peligro ha sido cortado. Por
este sector tampoco podrá avanzar el enemigo. Seguiremos luchando con violencia
enorme. Pero Madrid puede estar seguro de que ni por Rosales, ni por la
Moncloa, ni por Cuatro Caminos el enemigo podrá entrar en él...”.
La Defensa de Madrid. Geoffrey Cox.
Bombardeo aéreo nocturno de Octavillas sobre
Vallecas (18.11.36). Por la mañana encontraron esparcidos a su alrededor unos
panfletos lanzados desde el aire que advertían: “Si la ciudad no se rinde antes
de las cuatro de esta tarde los bombardeos se reanudarán sin piedad”. Ni se
consideró la opción de rendirse, pero conforme nos acercábamos a las cuatro, la
tensión en el aire subió de forma casi perceptible…. Los rebeldes mantuvieron
su palabra. Unos minutos antes de las cuatro, aparecieron once bombarderos y
una escuadrilla de cazas. Empezaron a soltar bombas cerca de Correos y del
Ministerio de la Guerra y pasaron luego hacia la Puerta del Sol, dejando caer
una lluvia de bombas incendiarias y potentes explosivos en las callejuelas serpenteantes
del viejo Madrid. Fue el ataque más devastador de todos.
Doble Diario
ABC. Madrid. 18.11.36.
Bombardeo
del Palacio de Liria.
Los actos de
vandalismo.
MADRID SUFRIÓ AYER CON MAYOR INTENSIDAD LOS EFECTOS DEL
BOMBARDEO
En tres funestas incursiones, el enemigo
sembró ayer sobre Madrid la muerte y el estrago. Sus bombas incendiarias
produjeron varios siniestros.
Uno de los edificios que con trágicos
resplandores ardió anoche fue el histórico palacio de Liria, residencia de los ex duques de Alba. Los
tesoros artísticos allí encerrados – entre ellos la colección de Goyas – habían sido conservados escrupulosamente por
los incautadores y estaban bajo la custodia del partido comunista, esperando
que la Junta de Incautación del Tesoro Artístico realizara el propósito de
convertir en museo tal palacio. Vano vandalismo, pues la población, que
atendiendo las órdenes de las autoridades, procura esquivar el peligro, siente
indignación, pero no terror. La indignación se traducirá en furia combativa,
pero no en otra cosa, pese al cruel enemigo que pretende esclavizarnos. En la
incursión de primeras horas de la noche las bombas incendiarias prendieron en diversos
edificios, ninguno de los cuales constituía objetivo militar. La mayor parte de
las bombas cayó en la zona comprendida desde la plaza del Carmen, calle de la
Madera, Corredera Baja y otras hasta el sector del cuartel de la Montaña y
Palacio de Liria, anteriormente incendiado.
Desde Salamanca y Burgos no cesaban de
comunicar al Pacto de no Intervención y a la Cruz Roja Internacional. “que no
se bombardeaban objetivos civiles”.
Estas órdenes eran las que los
distintos comandos aéreos fascistas recibían:
18.11.36, a
las 18 horas. Parte Aéreo
Parte de la
Jefatura nacional del Aire
A.H.E.A. A
9144/1, F719.
Frente de Madrid
A las 8,30 horas se
salió con los objetivos siguientes: Puente de Segovia, Marqués de Urquijo,
Paseo de Rosales, Puente del Rey, Paseo de San Vicente, Paseo del Marqués
Monistrol, barrio del Puente de Segovia, carretera de Extremadura, desde el
kilómetro 3 hasta el rio, y la parte norte del arroyo de Cantarranas. Fueron
bombardeados todos estos objetivos. Se observaron carros de asalto nuestros
hacia el Palacete de la Moncloa. Nuestra artillería tiraba, desde la Casa de
Velázquez, a dicho palacete. Se observaron los siguientes incendios: Hospital
de San Carlos, edificio de “Madrid- París”, próximos a Telefónica, en el que se notaban, además, grandes
boquetes en la parte superior. Parece probable que el Ministerio de la
Gobernación estuviese también incendiado, pues gran humareda parecía provenir
de él. El Cuartel de la Montaña ardía también. No dispararon las baterías
antiaéreas ni aparecieron aparatos enemigos. (La noche
anterior el centro de Madrid fue bombardeado con incendiarias de ahí los
fuegos)
Actividad aérea
enemiga.
En nuestras líneas se
presentaron, a las 16 horas, 13 aviones de los cuales 4 eran grandes.
Informe de
Aviación para el general Varela 18.11.36 (a las 12,15 horas)
AGMAV, Z/N,
R22, A15, L19, Cp22, D1, F41
(Extracto
del Documento)
Han bombardeado, esta
mañana, la barriada de casas baratas ferroviarias de la carretera de
Extremadura y la zona Rosales – Cuesta de San Vicente.
Vieron que nuestra
artillería hacía fuego sobre los parapetos situados al N.O. de la Casa de
Velázquez; hacia ese lugar marchaban nuestros carros de combate.
Han visto grandes
incendios cerca de la Telefónica, acaso Madrid- París (Grandes Almacenes) o
Teatro Fontalba y en la Puerta del Sol, Ministerio de la Gobernación o algún
edificio inmediato, no pueden precisar los sitios de estos incendios por el
gran humo que…
En
el Estado Mayor de Rojo se está valorando una drástica y desmoralizadora medida:
se piensa en la posibilidad de desarmar a la columna Durruti. Se acusa a sus
hombres de poco combativos e indisciplinados. El líder anarquista ruega a Miaja
de que eso no puede hacerse y pide para los suyos el lugar de mayor peligro
para mañana. El jefe de la López Tienda, sí deja el mando de sus voluntarios
catalanes, que pasan a engrosar las filas de la 5 brigada, a las órdenes de
Sabio, en el puente de San Fernando. Las fuerzas que han llegado de Cataluña demuestran
gran valor y espíritu de lucha, pero no están acostumbradas al tipo de combate
que se da en Madrid. No se han enfrentado antes a tropas de choque: correosas,
profesionales, disciplinadas. El ejército de África tiene muy poco que ver con
los guardias civiles y los falangistas a los que combatían en el frente de Aragón.
los milicianos que llevan meses retrocediendo desde Talavera han aprendido
sufrir.
Como no podía ser de otra forma, las primeras
adhesiones al régimen de Franco llegaron de los regímenes totalitarios de
Italia y Alemania. El 18 de noviembre de 1936 los Gobiernos de los dictadores,
Hitler y Mussolini, reconocen oficialmente a la España del dictador, Franco. La
noticia la hace pública el día 19 la Secretaría de Relaciones Exteriores de
Franco. El III Reich ha enviado su embajador, el barón Von Storher, a
Salamanca, donde se encuentra el Cuartel General de Franco. En Burgos, al
conocerse la noticia un numeroso gentío se ha concentrado en la Plaza Mayor y
en otros puntos de la ciudad, lanzando vivas a Alemania, Italia, España,
Hitler, Mussolini y Franco. En marzo de 1937 llega a Salamanca Roberto
Cantalupo, embajador del Duce.
José
Antonio Primo de Rivera, líder de Falange Española y preso en alicante, fue
juzgado el día 18, por un “tribunal popular”. Esta institución, consistía en un jurado designado por los
partidos del Frente Popular bajo la presidencia de tres jueces de carrera. Los
jueces aportaban la fundamentación jurídica, pero el veredicto se sometía
siempre a lo que el “jurado político dictara. En este caso, los miembros del
jurado fueron uno por cada partido: PSOE, UGT, el PCE, la CNT, la FAI,
Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Sindicalista”. Los jueces
de carrera eran Eduardo Iglesias, Rafael Antón y Enrique Griñán.
José
Antonio era acusado, de conspiración para un levantamiento militar. Bajo ese
cargo se le condenó a muerte. Como el cargo era ostensiblemente endeble, porque
el reo llevaba en prisión desde mucho antes de que estallara el alzamiento. Si
bien existían pruebas de que mantuvo conversaciones con el General Mola, para
formar incluso liderar, el golpe de estado de julio de 1936, los jueces,
contrarios al veredicto del jurado, trasladaron al Gobierno su solicitud de que
se le conmutara la pena. Pero el gobierno de Largo Caballero, reunido en la
tarde del 19 de noviembre, rechazo la
conmutación. Sólo los dos ministros de Izquierda Republicana, Esplá y Just,
trataron de evitar la condena.
A última
hora del día el ejército franquista distribuye la orden de operaciones para el
día 19
Segunda
Orden de Operaciones para el día 19.11.36 (Ciudad Universitaria).
Orden del Coronel García Escámez al Teniente
Coronel Asensio
Cuatro Vientos, a las 22,40 horas del día
18.11.36
AGMAV, Z/N, R247, A22, L3, Cp10, D1, F2
(Transcripción
del Documento)
Mañana procederá a
ocupar el Palacete de la Música (Parque del Oeste) y viviendas próximas, al
objeto de desalojar al enemigo que, desde ella, hostilizase las casas ocupadas
por nuestras fuerzas, en la Ciudad Universitaria y el acceso a las mismas. Tomará
parte en la operación las fuerzas disponibles de la Columna del Comandante Ríos
y dos unidades de la de Vd. Además de una Compañía de Carros de Asalto pesados
que se incorporarán a la Casa de Arquitectura, a las 8 horas, tomando Vd. El mando
de estas fuerzas.
Cooperará la Aviación
que bombardeará el objetivo, desde las 9,30 hasta las 10 horas y las Baterías
de 105 mm de la Casa de Campo (Garabitas), que actuarán inmediatamente después
de la Aviación, durante media hora. Ocupado el objetivo, deberá adelantar la
línea en esa parte a la altura del Palacete, enlazando hasta el Río con las
fuerzas de la Casa de Campo, para impedir que el enemigo, pueda batir el
Pontón, montado sobre el río Manzanares.
PARTES OFICIALES DE GUERRA
PARTE FRANQUISTA
En el frente sur y oeste de Madrid se
han ensanchado las posiciones ocupadas, rechazando todos los ataques del
enemigo, haciendo a éste numerosas bajas.
En el frente de El Escorial se han
llevado a cabo pequeños avances persiguiendo al enemigo.
PARTE REPUBLICANO
Frente del centro. En la zona noroeste
del centro de Madrid, vivo fuego de fusilería y ametralladora sin que se haya
experimentado variación sensible de la situación en el transcurso del día.
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