viernes, 18 de noviembre de 2016

18 DE NOVIEMBRE, LA BATALLA DE MADRID


Palacete de la Moncloa, lo que hoy conocemos como Presidencia del Gobierno


18 de noviembre 1936 (miércoles)


EL SANTO Y SEÑA PARA CIRCULAR ESTA NOCHE POR MADRID ES:
  
Pregunta: Todos a las armas
Respuesta: Ni un paso atrás

Sin el santo y seña no se puede circular por las noches de Madrid, sin que te detengan.


En la jornada del 17, se profundizó en la cuña de la Ciudad Universitaria, para el día de hoy se planifica ensanchar la cuña por el norte, para ello se atacara el palacete de la Moncloa, dependencias próximas y viveros, en un intento de amortiguar los golpes que reciben desde Fuencarral, acción que se inicia con éxito aprovechando en que se producía el relevo de la Xl Internacional muy desgastada por la Xll Brigada Internacional, sufriendo un grave castigo al relevar  en plena acción progresiva del enemigo. Los republicanos resisten con tenacidad después del primer ataque, evitando la caída total del dispositivo, así aguantaron dos días.

El Clínico es uno de los bastiones más disputados en el combate que tiene lugar por ampliar la cuña de la Ciudad Universitaria. En el interior del edificio, se lucha por las plantas y las habitaciones los legionarios de la lV bandera y el batallón  Edgard André, de la XI Brigada. Los combatientes caen a montones. Por la noche, los heridos son evacuados al hospital por docenas. Los republicanos lo tienen más fácil, tienen  sus hospitales y entierran a sus muertos a retaguardia. Los fascistas han de  transportar a sus heridos por las pasarelas del Manzanares y hacerles llegar al hospital de sangre de Griñón. Muchos se quedan por el camino, desangrados, y tienen que dar sepultura a los suyos, en el terreno que circunda el edificio en ruinas.
 
Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria

En el Clínico se improvisan nuevas formas de combate. Los soldados enemigos se escuchan unos a otros a través de los gruesos tabiques que separan las estancias. Con dos picos, se abre un agujero en la pared; en cuanto hay hueco, se mete por él el cañón del fusil ametrallador y se rocía de balas el espacio. “—Así nos hirieron a todos los que estamos aquí —le dice al periodista Jesús Izcaray un combatiente alemán de los que manda Hans Kahle.  Había un legionario que de dos golpes de picachón abría el agujero. Esperemos que se lo hayan cargado”.


(Julián Zugazagoitia Guerra y Vicisitudes de los Españoles)

El combate seguía con redoblada violencia. Varela apremiaba a sus huestes. “¡No es posible, no es posible! Eso es que os falta resolución para atacar ¡No se comprende de otro modo!” No lo comprendía él. No podía comprenderlo. ¿Era admisible que sus cálculos hubiesen fracasado? Seco como un esparto, hacia crepitar sus órdenes, increpaba a los jefes, Los hería con sus reproches… Les pedía más pasión, más calor. Era absolutamente imposible que el enemigo resistiese un ataque llevado a un buen tren: ¡Si no tenían armas! ¡Si eran unos grupos sin mandos! El general Varela se exasperaba  y en su exasperación dejaba escapar palabras  y juicios mortificantes. Pedía más servicios de aviación que, sin riesgo, se fijaba en el cielo de Madrid y concienzudamente destruía observatorios, trincheras, casas; mataba hombres y animales. La Ciudad Universitaria y el barrio de Arguelles iban saltando en pedazos.


 Los aviones franquistas dejan caer toneladas de bombas incendiarias. Madrid vuelve a arder, a mostrar a sus sitiadores esa imagen fascinante de las antorchas que iluminan su silueta durante la noche.

El día 18. Madrid mide su miedo. El día anterior la aviación había causado más de dos centenares de  víctimas entre muertos y heridos, y las casas siniestradas han cuantiosas. “La ciudad después de la crisis nerviosa de la noche anterior, esta callada y postrada. La gente circula aun por las calles. Pero van rozando las paredes, miran miedosas al cielo, inspeccionan al pasar la profundidad de los portales bajo los cuales pueda uno refugiarse”.
 
Hospital habilitado en el Casino de Madrid
En Madrid hay más de tres mil heridos sin evacuar. Y los muertos se amontonan en los depósitos porque no hay capacidad en los servicios funerarios para atender las necesidades. El alcalde ha solicitado permiso a la Junta de Defensa para que se caven fosas comunes y se entierre a los madrileños sin ataúd. Los sindicatos de ferroviarios intentan poner en marcha los servicios al menos hasta Arganda, pero mientras tanto solicitan que se provea a los responsables de la evacuación y los suministros de más camiones.


Koltsov. Diario de la guerra española.  Los días 18 y 19, miércoles y jueves.

Estas cuarenta y ocho horas han sido lo más terrible de cuanto hasta ahora ha experimentado la desgraciada ciudad. Madrid arde. Las calles están llenas de luz, en las calles hace calor, pero no es de día ni es verano, sino una noche de noviembre. Camino por la ciudad – un enorme resplandor ilumina las calles por todas partes, a donde quiera que me dirija. Madrid arde, lo ha incendiado la aviación alemana. Arden los edificios públicos, los hoteles, las enfermerías, los institutos. Arden sin fin las viviendas. Es imposible apagar todos estos incendios, los equipos de bomberos ya no pueden más. No darían abasto aunque hubiera un número de bomberos cinco veces mayor. Procuran, con ayuda de voluntarios, evitar tan solo las complicaciones, las explosiones y la muerte de las personas. Se apresuran a cortar las conducciones de gas, sacan la bencina, aíslan las casas vecinas. El hecho es que la prueba aún no ha terminado. El mando fascista bombardea Madrid con fuerza creciente. Aquí ha sido concentrada en lo fundamental toda la aviación de los facciosos. Hoy, durante el día (jueves 19), han bombardeado la ciudad veinte Junkers acompañados de treinta cazas - había de una vez cincuenta aparatos en el aire. La
aviación republicana, numéricamente, es mucho más débil. Su audacia no siempre puede compensar la superioridad del enemigo. De todos modos, los “chatos” han abatido hoy dos Junkers y dos cazas. En el umbral del año 1937, el militarismo fascista, a los ojos del mundo entero, destruye una enorme capital europea. Para aniquilar un barrio obrero, con sus frágiles casitas, de delgadas paredes.

“Madrid rojo y negro: milicias confederales” de Eduardo de Guzmán

Los días 17 y 18 se pelean con encarnizamiento salvaje. La aviación vuela constantemente sobre Madrid. Surgen incendios por todas partes. Argüelles es tan sólo un informe montón de escombros. La artillería dispara sin descanso. La colonia del Metro, la Dehesa de la Villa, Puerta de Hierro, Rosales, la plaza de la Moncloa están envueltas en el humo de las explosiones. Sin cesar llegan a la Ciudad Universitaria nuevas expediciones de moros, civilones y terciarios. Sin cesar emprenden ataques desesperados en todas direcciones. En los parapetos no duerme nadie, no descansa nadie, no come nadie. No hay tiempo para nada. Hay que estar disparando constantemente, lanzando bombas de mano rehuyendo las explosiones de la artillería y la aviación. Trabajan heroicamente los fortificadores. Caen también a montones como los milicianos. Pero rápidamente surgen líneas de admirable defensa. El 18, después de tres días de pelea épica, Durruti puede resumir la situación ante el Estado Mayor: “El peligro ha sido cortado. Por este sector tampoco podrá avanzar el enemigo. Seguiremos luchando con violencia enorme. Pero Madrid puede estar seguro de que ni por Rosales, ni por la Moncloa, ni por Cuatro Caminos el enemigo podrá entrar en él...”.


La Defensa de Madrid. Geoffrey Cox.

Bombardeo aéreo nocturno de Octavillas sobre Vallecas (18.11.36). Por la mañana encontraron esparcidos a su alrededor unos panfletos lanzados desde el aire que advertían: “Si la ciudad no se rinde antes de las cuatro de esta tarde los bombardeos se reanudarán sin piedad”. Ni se consideró la opción de rendirse, pero conforme nos acercábamos a las cuatro, la tensión en el aire subió de forma casi perceptible…. Los rebeldes mantuvieron su palabra. Unos minutos antes de las cuatro, aparecieron once bombarderos y una escuadrilla de cazas. Empezaron a soltar bombas cerca de Correos y del Ministerio de la Guerra y pasaron luego hacia la Puerta del Sol, dejando caer una lluvia de bombas incendiarias y potentes explosivos en las callejuelas serpenteantes del viejo Madrid. Fue el ataque más devastador de todos.


Doble Diario ABC. Madrid. 18.11.36.
Bombardeo del Palacio de Liria.
Los actos de vandalismo.
MADRID SUFRIÓ AYER CON MAYOR INTENSIDAD LOS EFECTOS DEL
BOMBARDEO

En tres funestas incursiones, el enemigo sembró ayer sobre Madrid la muerte y el estrago. Sus bombas incendiarias produjeron varios siniestros.
Uno de los edificios que con trágicos resplandores ardió anoche fue el histórico palacio de Liria,  residencia de los ex duques de Alba. Los tesoros artísticos allí encerrados – entre ellos la colección de Goyas –  habían sido conservados escrupulosamente por los incautadores y estaban bajo la custodia del partido comunista, esperando que la Junta de Incautación del Tesoro Artístico realizara el propósito de convertir en museo tal palacio. Vano vandalismo, pues la población, que atendiendo las órdenes de las autoridades, procura esquivar el peligro, siente indignación, pero no terror. La indignación se traducirá en furia combativa, pero no en otra cosa, pese al cruel enemigo que pretende esclavizarnos. En la incursión de primeras horas de la noche las bombas incendiarias prendieron en diversos edificios, ninguno de los cuales constituía objetivo militar. La mayor parte de las bombas cayó en la zona comprendida desde la plaza del Carmen, calle de la Madera, Corredera Baja y otras hasta el sector del cuartel de la Montaña y
Palacio de Liria, anteriormente incendiado.

Desde Salamanca y Burgos no cesaban de comunicar al Pacto de no Intervención y a la Cruz Roja Internacional. “que no se bombardeaban objetivos civiles”.

Estas órdenes eran las que los distintos comandos aéreos fascistas recibían:


18.11.36, a las 18 horas. Parte Aéreo
Parte de la Jefatura nacional del Aire
A.H.E.A. A 9144/1, F719.

Frente de Madrid
A las 8,30 horas se salió con los objetivos siguientes: Puente de Segovia, Marqués de Urquijo, Paseo de Rosales, Puente del Rey, Paseo de San Vicente, Paseo del Marqués Monistrol, barrio del Puente de Segovia, carretera de Extremadura, desde el kilómetro 3 hasta el rio, y la parte norte del arroyo de Cantarranas. Fueron bombardeados todos estos objetivos. Se observaron carros de asalto nuestros hacia el Palacete de la Moncloa. Nuestra artillería tiraba, desde la Casa de Velázquez, a dicho palacete. Se observaron los siguientes incendios: Hospital de San Carlos, edificio de “Madrid- París”, próximos a Telefónica,  en el que se notaban, además, grandes boquetes en la parte superior. Parece probable que el Ministerio de la Gobernación estuviese también incendiado, pues gran humareda parecía provenir de él. El Cuartel de la Montaña ardía también. No dispararon las baterías antiaéreas ni aparecieron aparatos enemigos. (La noche anterior el centro de Madrid fue bombardeado con incendiarias de ahí los fuegos)
Actividad aérea enemiga.
En nuestras líneas se presentaron, a las 16 horas, 13 aviones de los cuales 4 eran grandes.


Informe de Aviación para el general Varela 18.11.36 (a las 12,15 horas)
AGMAV, Z/N, R22, A15, L19, Cp22, D1, F41
(Extracto del Documento)

Han bombardeado, esta mañana, la barriada de casas baratas ferroviarias de la carretera de Extremadura y la zona Rosales – Cuesta de San Vicente.
Vieron que nuestra artillería hacía fuego sobre los parapetos situados al N.O. de la Casa de Velázquez; hacia ese lugar marchaban nuestros carros de combate.
Han visto grandes incendios cerca de la Telefónica, acaso Madrid- París (Grandes Almacenes) o Teatro Fontalba y en la Puerta del Sol, Ministerio de la Gobernación o algún edificio inmediato, no pueden precisar los sitios de estos incendios por el gran humo que…

 
Trincheras de la Ciudad Universitaria 
En el Estado Mayor de Rojo se está valorando una drástica y desmoralizadora medida: se piensa en la posibilidad de desarmar a la columna Durruti. Se acusa a sus hombres de poco combativos e indisciplinados. El líder anarquista ruega a Miaja de que eso no puede hacerse y pide para los suyos el lugar de mayor peligro para mañana. El jefe de la López Tienda, sí deja el mando de sus voluntarios catalanes, que pasan a engrosar las filas de la 5 brigada, a las órdenes de Sabio, en el puente de San Fernando. Las fuerzas que han llegado de Cataluña demuestran gran valor y espíritu de lucha, pero no están acostumbradas al tipo de combate que se da en Madrid. No se han enfrentado antes a tropas de choque: correosas, profesionales, disciplinadas. El ejército de África tiene muy poco que ver con los guardias civiles y los falangistas a los que combatían en el frente de Aragón. los milicianos que llevan meses retrocediendo desde Talavera han aprendido sufrir.
 
banderas nazis en la Plaza mayor de Salamanca

 Como no podía ser de otra forma, las primeras adhesiones al régimen de Franco llegaron de los regímenes totalitarios de Italia y Alemania. El 18 de noviembre de 1936 los Gobiernos de los dictadores, Hitler y Mussolini, reconocen oficialmente a la España del dictador, Franco. La noticia la hace pública el día 19 la Secretaría de Relaciones Exteriores de Franco. El III Reich ha enviado su embajador, el barón Von Storher, a Salamanca, donde se encuentra el Cuartel General de Franco. En Burgos, al conocerse la noticia un numeroso gentío se ha concentrado en la Plaza Mayor y en otros puntos de la ciudad, lanzando vivas a Alemania, Italia, España, Hitler, Mussolini y Franco. En marzo de 1937 llega a Salamanca Roberto Cantalupo, embajador del Duce.
 
José Antonio Primo de Rivera
José Antonio Primo de Rivera, líder de Falange Española y preso en alicante, fue juzgado el día 18, por un “tribunal popular”. Esta institución,  consistía en un jurado designado por los partidos del Frente Popular bajo la presidencia de tres jueces de carrera. Los jueces aportaban la fundamentación jurídica, pero el veredicto se sometía siempre a lo que el “jurado político dictara. En este caso, los miembros del jurado fueron uno por cada partido: PSOE, UGT, el PCE, la CNT, la FAI, Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Sindicalista”. Los jueces de carrera eran Eduardo Iglesias, Rafael Antón y Enrique Griñán.
José Antonio era acusado, de conspiración para un levantamiento militar. Bajo ese cargo se le condenó a muerte. Como el cargo era ostensiblemente endeble, porque el reo llevaba en prisión desde mucho antes de que estallara el alzamiento. Si bien existían pruebas de que mantuvo conversaciones con el General Mola, para formar incluso liderar, el golpe de estado de julio de 1936, los jueces, contrarios al veredicto del jurado, trasladaron al Gobierno su solicitud de que se le conmutara la pena. Pero el gobierno de Largo Caballero, reunido en la tarde del 19 de noviembre, rechazo  la conmutación. Sólo los dos ministros de Izquierda Republicana, Esplá y Just, trataron de evitar la condena.

A última hora del día el ejército franquista distribuye la orden de operaciones para el día 19

Segunda Orden de Operaciones para el día 19.11.36 (Ciudad Universitaria).
Orden del Coronel García Escámez al Teniente Coronel Asensio
Cuatro Vientos, a las 22,40 horas del día 18.11.36
AGMAV, Z/N, R247, A22, L3, Cp10, D1, F2
(Transcripción del Documento)

Mañana procederá a ocupar el Palacete de la Música (Parque del Oeste) y viviendas próximas, al objeto de desalojar al enemigo que, desde ella, hostilizase las casas ocupadas por nuestras fuerzas, en la Ciudad Universitaria y el acceso a las mismas. Tomará parte en la operación las fuerzas disponibles de la Columna del Comandante Ríos y dos unidades de la de Vd. Además de una Compañía de Carros de Asalto pesados que se incorporarán a la Casa de Arquitectura, a las 8 horas, tomando Vd. El mando de estas fuerzas.
Cooperará la Aviación que bombardeará el objetivo, desde las 9,30 hasta las 10 horas y las Baterías de 105 mm de la Casa de Campo (Garabitas), que actuarán inmediatamente después de la Aviación, durante media hora. Ocupado el objetivo, deberá adelantar la línea en esa parte a la altura del Palacete, enlazando hasta el Río con las fuerzas de la Casa de Campo, para impedir que el enemigo, pueda batir el Pontón, montado sobre el río Manzanares.



PARTES OFICIALES DE GUERRA

PARTE FRANQUISTA

En el frente sur y oeste de Madrid se han ensanchado las posiciones ocupadas, rechazando todos los ataques del enemigo, haciendo a éste numerosas bajas.
En el frente de El Escorial se han llevado a cabo pequeños avances persiguiendo al enemigo.


PARTE REPUBLICANO


Frente del centro. En la zona noroeste del centro de Madrid, vivo fuego de fusilería y ametralladora sin que se haya experimentado variación sensible de la situación en el transcurso del día.

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