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Sanjurjo se despide de su esposa y amigos, antes de regresar a España para hacerse cargo del golpe de estado |
20 DE JULIO (lunes)
*Mola era el cerebro
militar, junto con Francisco Franco. Pero el personaje clave en la sublevación
era el general Sanjurjo, quien ya había fracasado en un intento de golpe de
Estado en el año 1932 y que estaba exiliado en Portugal. Sin embargo, los
hechos se torcieron y quien iba a ser el jefe político del levantamiento, murió
en un accidente de aviación cuando regresaba a España para ponerse al mando de
la sublevación.
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Avión de Sanjurjo siniestrado |
Un avión encargado de trasladar
al general, a Gamonal (Burgos) desde el aeropuerto de Santa Cruz, en Lisboa. Pilotado
por, Juan Ansaldo que contempla cómo la comitiva del general se dirige hacia el
aparato y ve alarmado cómo uno de los asistentes de aquél arrastra a duras
penas una maleta. Ansaldo dice que la maleta no puede subir porque tendrían sobrepeso la avioneta va cargada a tope de combustible y la pista de despegue es
demasiado corta finalizando en un pequeño bosque. El asistente se enfada e
increpa a Ansaldo diciendo que la maleta contiene condecoraciones y uniformes
de gala de Sanjurjo, uniformes que tendrá que usar para la entrada triunfal en
Madrid. No iba a ir el general sin sus uniformes de gala en una ocasión tan
importante… ¡faltaría más!.
*Almería, coronel Juan Huertas Topete, auxiliado por el
comandante Toribio Crespo Puerta y con
el apoyo de la mayoría de los jefes y oficiales, procedió a declarar el estado
de guerra, deteniendo a los militares adictos al Gobierno, ocuparon la Casa del
Pueblo y el edificio del Gobierno Civil,
pero la llegada de milicianos de Granada, la respuesta de los trabajadores junto la
arribada al puerto del destructor Lepanto procedente de Cartagena, y que
amenazó con bombardear la ciudad si no
deponían las armas, hicieron fracasar el levantamiento, entregándose los militares sublevados a las autoridades de
la República.
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Campesinos alzados en armas para defender la República |
*La Coruña, el alzamiento
ocurrió el día 20 de julio de 1936. el
general Mola telefoneó al jefe de la VIII División Orgánica, general Enrique de
Salcedo Molinuevo, para que se sumase a la sublevación, pero éste, ya había
sido convencido por el general Rogelio Caridad Pita fiel a la República, que optó por
abstenerse de toda actuación, detenido
el general Salcedo por su jefe de Estado Mayor, coronel Luis Tovar Figueras, haciéndose
cargo de la división el coronel Enrique
Cánovas Lacruz, asumiendo la máxima autoridad como mando de mayor antigüedad
entre los alzados. Al grito de ¡Viva la República! y a los sones del himno de
Riego, proclamó el estado de guerra, y
procedió a ocupar la ciudad. El gobernador civil Francisco Pérez
Carballo, militante de Izquierda
Republicana, secundado por un grupo de guardias de asalto y otro de guardias
civiles, se hizo fuerte en el edificio del Gobierno Civil, donde resistiría dos
días, al final no tuvo más remedio que rendirse a los sublevados, los
falangistas sublevados por Manuel Hedilla Larrey, ocuparon la ciudad.
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El comandante Rafael Ortiz de Zárate López |
*Guadalajara, el coronel de
Ingenieros Francisco Delgado Jiménez, hasta bien entrado el día 20, adoptó una actitud cautelosa, esperando que una columna procedente de Pamplona
les asegurarse el golpe. Ante el fracaso
de la sublevación en Alcalá de Henares y la falta de noticias de columna de
Pamplona, los oficiales decidieron lanzarse a la calle, ocupando la casa
consistorial y el Gobierno Civil, con fuerzas de la Guardia Civil y de
Seguridad. El comandante Rafael Ortiz de Zárate López y algunos soldados
ocuparon la prisión y dejaron en libertad a los militares detenidos incluidos los generales González de Lara y Barrera, el contralmirante Fontela y el
teniente coronel Loscertales. Al llegar la noticia a Madrid de que Guadalajara
se había sublevado, salió una columna al mando del coronel Puigdengolas para recuperar
la ciudad. Camiones requisados por la CNT y la UGT, entraron en Guadalajara.
El día 22, el Gobierno que dispone de varios centenares de hombres, en su mayoría milicianos se
enfrentaron a los alzados. Los alzados son unos 100 militares, 150 guardias
civiles y doscientos falangistas, los cuales resistieron en el puente sobre el río Henares,
prolongandose la resistencia durante algunas horas. El último foco estaba en el cuartel de Aerostación. el comandante Ortiz de
Zárate, es ejecutado junto a varios oficiales más las milicias se incautan del
palacio del duque del Infantado y del de Romanones e instalan sus cuarteles.
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Barricada a la Rambla Farran de Lérida |
*Lérida, el coronel Rafael
Sanz Gracia, estaba comprometido con los sublevados. El general Cabanellas le ordena
sacar las fuerzas a las 9 de la mañana del 20 de julio de 1936, declarando el
estado de guerra. No obstante, el fracaso del alzamiento en Barcelona. El
coronel se entregó sin resistencia. Detenido por milicianos de CNT, FAI y
POUM y posteriormente fusilados todos los sublevados.
*Murcia, el coronel Jorge
Cabanyes Mata, el cual, no estaba comprometido en la sublevación. Los oficiales
que simpatizaban con el alzamiento, al carecer de un líder, decidieron esperar, hasta que el 21 de julio fueron
detenidos por resistirse a obedecer las órdenes que desde Cartagena le dictaba el general
Toribio Martínez Cabrera, que le ordenó que el
regimiento de Artillería se dirigiese a Albacete, con el fin de evitar
la sublevación armada alli. Sin otros incidentes, Murcia quedó en poder de la
República.
comandante José Ceano Vivas Sabán |
*Ourense, el comandante José
Ceano Vivas Sabán con las fuerzas de un batallón del Regimiento de Infantería
nº 12, de guarnición en Ourense, que fueron autorizadas por el teniente coronel Luis Soto Rodríguez, comandante de la plaza,
declararon el estado de guerra, quedando la ciudad en poder de los sublevados.
*Pontevedra, El Regimiento
de Artillería Ligera nº 15 con sede en Pontevedra, hasta el día 20 de julio, se
mantiene en una en duda y en espera de acontecimientos, pero el alzamiento de
la Guardia Civil en la tarde del 20, por orden del general José Iglesias
Martínez, se declara el estado de guerra procediendo a detener a las
autoridades civiles, que no presentan resistencia.
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Coronel Moscardó, Varela y Franco en el Alcázar |
*Toledo, el coronel José Moscardó Ituarte que era el
comandante de las fuerzas de la ciudad imperial y dirigía la Escuela Central de Gimnasia. En
ésta capital se encontraba la Academia de Infantería, Caballería e Intendencia,
la Fábrica Nacional de Armas. La mayor parte del personal se hallaba
disfrutando de las vacaciones de verano, no pasarían de 250 hombres entre jefes,
oficiales, y tropa, los que podían sublevarse. Las fuerzas de Orden Público compuestas
de dos compañías de la Guardia Civil, una compañía de la Guardia de Asalto, el
general Moscardó que se hallaba en Madrid en el edificio de la I División
Orgánica, se enteró de la sublevación de las tropas de África y decidió
regresar a Toledo. Una vez allí, dispuso
el acuartelamiento de las fuerza con las que contaba así como la concentración
de la Guardia Civil. Tras algunos incidentes, provocados por elementos que
dispararon, causando tres heridos graves, la situación se tensó, lo que provocó
a la población a refugiarse en sus casas.El coronel Moscardó recibió una
llamada del Ministerio de la Guerra, ordenándole que procediera a entregar toda la
munición de fusil depositada en la Fábrica Nacional de Armas. Moscardó se negó
al requerimiento y contesto que se le dé por escrito la orden de tal entrega. El
gobernador exigió la entrega no sólo de la munición sino también las armas que
existían en la Academia Militar y las que posea la Guardia Civil, el coronel vuelve
a negarse. Por la noche le telefonea el teniente coronel Juan Hernández
Saravia, con idéntico propósito, negándose también, por último, hace otro intento
el general de división José Riquelme, pero Moscardó no rectifica su actitud. El general Sebastián Pozas Perea, ministro de la
Gobernación, le ordena que preste la ayuda que sea necesaria al director de la
Fábrica para el envío a Madrid de la referida munición, a lo que Moscardó
responde que no, ya que según dice, no
dispone de camiones con los que transportarlas.
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Valencia, cuartel de caballería de la alameda |
*Valencia, ciudad cabecera
de la III División Orgánica. Al frente de todas las fuerzas figuraba el general
Fernando Martínez de Monge Restoy y a sus órdenes el general Mariano Gamir
Ulibarri, el general Eduardo de Cabaña del Val y el jefe de la Guardia Civil el
general Luis Grijalvo Celaya. Ninguno de estos generales estaba comprometido
con el alzamiento. Sin embargo había un grupo de jefes y oficiales que estaban
dispuestos a sublevarse contra el Gobierno. Se hallaba en Valencia el
comandante de Estado Mayor Bartolomé Barba Hernández, fundador de la UME (Unión
Militar Española) esperando la llegada del general Manuel González Carrasco,
que era el encargado de dar el golpe, pero llegado el momento éste general
perdió mucho tiempo en decidirse. Nadie se atrevía a dar el primer paso y el tiempo corre en
contra de los conspiradores. El día 19 por la tarde recibieron la noticia de la rendición del general Goded en Barcelona que sirvió para disuadir a los
comprometidos. Llegan a Valencia millares de campesinos, tanto para recibir
órdenes como armas. Un gran contingente de civiles armados se reparten por la
ciudad. La llamada Junta Delegada de
Levante, a cuyo frente aparece el presidente de las Cortes, Diego Martínez
Barrio, comienza a requerir la adhesión de las autoridades militares de
Valencia al Gobierno.
*Madrid, todo son rumores y confusión. Nadie puede
afirmar nada. Concretar nada. Sólo se sabe que aquello que se esperaba está a
punto de producirse.
Al amanecer
el 20 de julio, Madrid es un campo de batalla. Los trabajadores acuden a
los lugares de lucha siguiendo el llamamiento de los sindicatos; se han
convertido en milicianos. El primer centro de atención en estas horas es el
cuartel de la Montaña, donde los sublevados disparan sobre el pueblo. UGT y CNT
han olvidado las diferencias. Todos corean UHP.
(Eduardo de Guzmán)
Madrid, las fuerzas
militares de la capital de la República eran el contingente más numeroso del
ejército español. Era la provincia que más interesaba sumar a los militares que
dirigían la sublevación, junto con Barcelona eran los puntos más complicados
para alcanzar la sublevación. Como ya lo
contemplaba el general Mola en sus ‘Instrucciones reservadas’. Cerca de 7.000
hombres estaban a las órdenes del general de brigada José Miaja Menant, que se
hallaba al frente de la 1ª División Orgánica. A estas fuerzas había que sumar
unos 2.500 guardias civiles y 4.000 guardias de Asalto. el Gobierno, estaba
informado de lo que estaba ocurriendo, pero no le daba mucha importancia,
confiando que llegado el caso con sólo la Guardia de Asalto podía parar la
intentona.
Todo el mundo conoce ya la
insurrección militar en África, pero el Gobierno guarda silencio, pero no tiene
más remedio que actuar y salir al paso de los rumores que hay en la calle y a
través de Unión Radio. “El Gobierno declara que el movimiento está
exclusivamente circunscrito a la Zona del Protectorado y que nadie,
absolutamente nadie, se ha sumado en la Península.” La tensión cada vez es
mayor y el general Sebastián Pozas Perea, inspector General de la Guardia
Civil, pide a sus fuerzas el más estricto cumplimiento del deber. El presidente
del Consejo de Ministros que además desempeña la cartera de Guerra, sigue quitando
importancia a lo que está ocurriendo en Marruecos. Dada la gravedad de la
situación, el general José Riquelme y López Bago, advierte al presidente del
Gobierno de la conveniencia de crear batallones de voluntarios facilitados por
los partidos políticos y las organizaciones sindicales del Frente Popular para
hacer frente a los sublevados, a lo que no acepta el presidente, argumenta que “que
una vez que aplasten la rebelión de los militares, se volverán contra nosotros,
y desencadenaran la revolución en la calle organizada inconscientemente por
nosotros mismos”.
*Ante la pasividad, el
silencio y las falsas noticias difundidas por el Gobierno, la situación se vuelve
más grave cada minuto que pasa. Casares no ve otra solución que presentar la
dimisión que es aceptada por el Presidente de la República, el cual encarga a Diego Martínez Barrio que forme
un nuevo Gobierno. La elección del jefe de Unión Republicana, no parece
acertada, pues Martínez Barrio no le gusta a nadie: no convence a los moderados
por ser radical, y no convence a los izquierdistas por ser de los moderados del
Frente Popular. Las centrales sindicales se sienten traicionadas: UGT y
CNT gritan por el fulminante cese de Martínez Barrio: ¡Todo menos negociar con
los golpistas! Las centrales piensan que el nuevo Gobierno quiere mediar, invadiendo
masivamente a la calle. Horas después, sin que los nuevos ministros hayan tomado posesión de sus cargos, Martínez
Barrio presenta la dimisión. Es nombrado José Giral, que era ministro de Marina
con Casares Quiroga. La primera medida que toma es armar al pueblo. La voz de
la Pasionaria resuena por Unión Radio: “Trabajadores, antifascistas, pueblo
laborioso: ¡todos en pie dispuestos a defender la República, las libertades
populares y las conquistas democráticas del pueblo!. Es el cuartel de la
Montaña, donde se alojan un regimiento de Infantería, otro de Zapadores Minadores
y un grupo de Alumbrado e Iluminación, mandados por el general Fanjul, que estaba
completamente de acuerdo con la conspiración. Al amanecer del día 20, se
concentran en los alrededores miles de afiliados a los partidos de izquierda y
las centrales sindicales, que junto a otros madrileños que quieren defender la
República, se producen violentos ataques que son contestados con fuego de
ametralladoras por los sitiados, se inicia un cañoneo procedente de tres piezas
de artillería que los sitiadores habían conseguido en el cuartel de Pacífico,
horas después sus sitiadores toman el
cuartel. En el patio del acuartelamiento quedan innumerables cadáveres.
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Puerta del Angel, Madrid preparando la defensa |
En Madrid no solo se combate
en la montaña, son cientos de madrileños los que se dirigen a los cuarteles de
campamento, allí se producen también combates hasta la rendición de los
militares sublevados, se sitian otros acuartelamientos como el de Vicalvaro,
donde las tropas que se disponían a
secundar el golpe, terminan uniéndose a los sitiadores, todos los cuarteles de
Madrid quedan en poder del gobierno de la República, a excepción del Regimiento
de transmisiones del Pardo, estos se sublevan y huyen hacia la sierra,
intentando contactar con las columnas de sublevados que tratan de llegar a
Madrid. La ciudad se llena de vehículos requisados que exhiben en sus
portezuelas y en el techo, pintadas las iniciales de las diversas
organizaciones del Frente Popular: UHP, UGT, CNT-FAI. Por las ventanillas de
estos vehículos asoman los fusiles que se han podido conseguir en los asaltos a
los cuarteles, los ciudadanos ayudados por la Guardia Civil y las de Asalto han
derrotado a los sublevados en Madrid y Barcelona, las dos capitales más importantes
del país, están en manos gubernamentales la situación estaba bien clara: los
militares habían perdido la partida.
Para una
lectura más detallada, les aconsejamos el Blog. SOL Y MOSCAS, uno de los
mejores narradores de lo ocurrido, esos días en Madrid
http://florentinoareneros.blogspot.com.es/2011/07/tres-dias-de-julio-i.html
*En realidad, los días 18,
19 y 20 de julio de 1936 fueron frenéticos en toda España. Probablemente nunca
en la historia se había concentrado más tensión y actividad en todo el
territorio nacional al mismo tiempo. Los acontecimientos de Barcelona y Madrid
centraron el éxito de la defensa republicana, mientras que los de Navarra, las
islas, Sevilla y la actual Castilla y León supusieron el apuntalamiento de los
militares rebeldes; fueron la catapulta que transformó el golpe en guerra.
LA GUERRA HA COMENZADO
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Columna Durruti, cataluña |
*En Madrid, Barcelona,
Asturias y otras ciudades, bajo control gubernamental, se organizan columnas de
milicianos y militares afines a la República, para frenar el avance de los
sublevados y establecer los frentes de guerra.
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ACTUALIDAD
EN BREVES HORAS EL GOBIERNO YUGULA LA SUBLEVACIÓN MILITAR
AHORA, Madrid 21/07/1936
EN BREVES HORAS EL GOBIERNO YUGULA LA SUBLEVACIÓN MILITAR
El cuartel de la Montaña, tomado a viva fuerza tras un combate de tres horas
LOS GENERALES FANJUL Y GODED, JEFES DE LA REBELDÍA EN MADRID Y BARCELONA RESPECTIVAMENTE, EN PODER DE LAS AUTORIDADES EN EL CUARTEL DE CARABANCHEL FUE HALLADO MUERTO EL GENERAL GARCÍA DE LA HERRÁN
A.B.C., Sevilla 22/07/1936
A.B.C., Sevilla 22/07/1936
Por la
salvación de España
Guerra
a muerte entre la Rusia roja y la España sagrada
El pueblo de Madrid vigila y trabaja
Todos los servicios están perfectamente atendidos y la ciudad ha recobrado su aspecto ordinario
LA VOZ, Madrid 21/7/1936
Todos los servicios están perfectamente atendidos y la ciudad ha recobrado su aspecto ordinario
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