domingo, 26 de febrero de 2017

La Batalla del Jarama, 27 de febrero 1937

El JARAMA FEBRERO 1937
                  
Hay un valle en España llamado Jarama.
Es un lugar que conocemos demasiado bien,
Porque allí derrochamos nuestra juventud
Y también buena parte de nuestra vejez


Estimados lectores,

Con esta crónica del 27 de febrero damos por finalizado este trabajo en el que hemos ido repasando día a día los acontecimientos más destacados de aquel convulso mes de febrero de 1937. A partir de ahora  continuaremos publicando entradas pero ya centrados en acontecimientos específicos cuando se cumplan 80 años de su ocurrencia.

Muchas gracias por la atención que nos habéis prestado durante todos estos días, esperamos seguir contando con vuestra presencia en el futuro.

Instrucción Brigadas Internacionales

El fuego comenzó a la derecha de las posiciones del Batallón Lincoln, Junto a ellos estaba desplegada la 24ª Brigada Mixta; estaba previsto que fuera la brigada española; la primera del sector que tenía que salir de sus trincheras. Todos se pusieron en pie junto al parapeto dispuestos a saltarlo de un momento a otro. Una batería republicana del 75 mm, solo una, empezó a disparar contra las posiciones rebeldes, pero el tiro caía detrás de las líneas que ocupaban sin causar daño alguno. Varios cayeron en las filas del Batallón Británico.

La respuesta fascista no se hizo esperar, la artillería y las ametralladoras comenzaron a barrer el sector, y el fuego que se les hacía desde las trincheras de los Lincoln, británicos y Dimitrov comenzó a decrecer, Merriman mando enlaces para que el fuego mantuviese la intensidad.

La 24ª Brigada seguía sin abandonar sus posiciones. El capitán Merriman empezó a ponerse nervioso, ni él ni sus hombres veían por ninguna parte el apoyo prometido desde el Estado Mayor. Llamó por teléfono a Copic para preguntarle donde estaban los aviones y los tanques, y para indicarle que el apoyo de la artillería era insuficiente. Copic la respondió a Merriman, en un mal inglés, que los tanques llegarían en cualquier momento y que los aviones necesitaban una señal para situar sus posiciones y las del enemigo, Merriman mandó a sus hombres a señalizar sus posiciones, hicieron acopio de ropa blanca para señalizar en la carretera con una T las posiciones propias y la dirección del enemigo, durante esta operación los norteamericanos ya tuvieron dos bajas.
Compañía de ametralladoras

El fuego continuo desde las trincheras de la XV Brigada, pero era fuego de fusilería y de ametralladoras, ni tanques, ni aviación y poca artillería. Vuelve a sonar el teléfono del Estado Mayor; es Copic, para recordarles que en cuanto empiece a avanzar la 24ª y les haya rebasado 50 metros deben salir de sus trincheras para protegerles el flanco, presionando fuertemente a Merriman. El fuego aumentaba a la derecha de los Lincoln, británicos y Dimitrov que seguían disparando. Lo que suponía una muy mala señal era que del lado de la 24ª el fuego iba disminuyendo poco a poco. El que era infernal y creciente era el de los fascistas, que estaba machacando los parapetos de los norteamericanos.

Un enlace llego corriendo a Merriman:” los españoles han salido, pero no han corrido ni 50 metros cuando se han retirado a sus posiciones”, toda la operación parecía que se estaba yendo al garete. Se tendría que haber suspendido en ese mismo instante, pensó Merriman.

Dos tanques T- 26 aparecieron por la carretera, se situaron detrás de una loma y lanzaron algunos disparos sobre las posiciones de los legionarios para retirarse inmediatamente. Los británicos y Dimitrov no abandonaban su posición y los españoles se habían retirado. Tres aviones republicanos bombardearon las posiciones rebeldes; unas cuantas pasadas y vuelta al aeródromo. Las bombas cayeron desviadas de su objetivo. El cielo estaba cubierto con nubes baja y hacía muy difícil las operaciones.
Después de la Batalla

Llego un enlace con órdenes directas de Gal instándolos a salir, la orden era que lo tenían que intentar ellos solos. Merriman se dispuso a salir, comenzó a escalar el parapeto lentamente mientras sonaba un largo pitido de silbato. Los británicos se dispusieron también al asalto, habían decidido seguir la suerte de los norteamericanos, y apoyar su flanco izquierdo. Todo lo quedaba del Batallón Británico después del inicio de la batalla eran 125 hombres. Merriman una vez arriba inicio el ataque. Por el momento no había respuesta del enemigo, hasta que de repente, reventó el infierno. Los ingleses habían salido de sus posiciones y aguantaron durante un tiempo, pero se volvieron antes que los americanos, la experiencia de los primeros combates les habían vuelto prudentes aunque seguían teniendo bajas.

Frío, muerte y hambre  forman parte del paisaje de una batalla. El ataque del 27 de febrero fue trágico y estúpido de esos que de vez en cuando se dan en todos los conflictos. En los quinientos metros de la trinchera de los Lincoln apenas quedaban en pie entre sesenta y setenta hombres. Los Lincoln estaban abandonando sus posiciones y se exponían a un consejo de guerra y las condiciones trágicas que eso podía conllevar. Le siguió un consejo de guerra, al frente de él estaban  Gal y Copic, celebrado en una finca de Morata. El general Pavlov, disolvió con gran desprecio el tribunal.

Con unas tropas agotadas y faltas de moral, el ataque del día 27 nunca debió iniciarse.
General Mola

Al día siguiente el general Mola transmitía al general Saliquet un escrito reservado del general Franco comunicándole el inicio inminente de operaciones en la zona de Guadalajara. La guerra de nuevo cambiaba de escenario.





Bibliografía consultada (entre otras):
Asociación, Tajar: La Batalla del Jarama
Blanco Estrada, Carlos: Vicente Rojo el general que humilló a Franco
Caballero, Pedro: Diario de campaña de un capellán legionario
Castro Delgado, Enrique: Hombres made in Moscú
Cox, Geoffrey: La defensa de Madrid
Garate Córdoba, José María: Mil días de fuego
García Ramírez, José Manuel: La Batalla del Jarama
Gefrema: La batalla del Jarama
González de Miguel, Jesús: La Batalla del Jarama
Iniesta Cano, Carlos: Memorias y recuerdos
Juárez, Javier: Comandante Duran
Kemp, Peter: Legionario en España
Koltsov, Mijaíl: Diario de la guerra española
Krawinkel, Moritz: La Batalla del Jarama
Líster, Enrique: Memorias de un luchador
Martin Duarte, Juan Santiago: El ataque a Ciempozuelos
Martínez Bande, José Manuel: Frente de Madrid
Martínez Bande, José Manuel: La lucha entorno a Madrid
Martínez Bande, José Manuel: La marcha sobre Madrid
Menéndez García, Juan José. Miaja el general que defendió Madrid
Mera, Cipriano: Guerra Exilio y cárcel de un anarcosindicalista
Modesto, Juan. Soy del quinto regimiento
N. Carroll, Peter. La odisea de la Brigada Abraham Lincoln
Pérez-Maura, Ramón: La guerra civil en sus documentos
Rojo, Vicente: Así fue la defensa de Madrid
Urra Lusarreta, Juan: En las trincheras del frente de Madrid

jueves, 23 de febrero de 2017

La Batalla del Jarama, 24, 25 y 26 de febrero 1937

  El JARAMA FEBRERO 1937
                  
Hay un valle en España llamado Jarama.
Es un lugar que conocemos demasiado bien,
Porque allí derrochamos nuestra juventud
Y también buena parte de nuestra vejez

Compañía de ametralladoras Batallón Lincoln


DÍA 24 DE FEBRERO 1937

A partir del día 23, disminuye la intensidad de la batalla poco a poco. Los dos ejércitos están agotados y ninguno ha alcanzado sus objetivos: los fascistas no han conseguido cercar Madrid, los republicanos no han conseguido recuperar el terreno conquistado por los rebeldes. Pero los republicanos consiguen parar el avance del enemigo, salvando de nuevo la capital de la República.

Durante el día de hoy, se siguen produciendo ataques contra el Cerro Pingarrón, el general Varela se desplaza de nuevo al puesto de mando de Asensio. El trayecto del general es interrumpido por los tanques republicanos que atacan el camino del puente de San Martín al Pingarrón quedando bloqueado, quedándole solo un camino, por el que acercarse a parlamentar con Asensio, lo que consigue no sin correr un grave riesgo.

Los combates finalizan a las seis de la tarde: el día ha transcurrido con “cierta” tranquilidad, Artillería y fuegos de fusilería, pero poco intensos.

El Batallón Lincoln es trasladado al emplazamiento que los Dimitrov; sus posiciones cruzaran la carretera de San Martín hacia el norte cosiéndose con la 24ª Brigada Mixta. Los Dimitrov ocuparan posiciones frente al Pingarrón y los británicos se desplazan hacia las que había ocupado el Seis de Febrero. Al lado de los Lincoln.

Varela, se desplaza a Yuncos, lo que ara todos los días, desde la visita de Franco y hasta su destitución el 10 de marzo.

Entre las bajas de hoy se encuentra. La de un joven odontólogo que sirve en las filas republicanas y que pasaría desapercibido si su apellido no fuera de fama universal. Unamuno, se trata de Ramón el hijo del célebre autor, que muere en el Jarama.

Commune Paris

 DÍA 25 DE FEBRERO 1937

Aparte de algunos movimientos de tropas, como la entrada en línea de la 69ª brigada, entre la 1ª Bis, la 70ª y la 18ª. En esta jornada no se producen novedades aparte de los consabidos fuegos de cañón y fusil.

El coronel Burillo da este día una orden que tendrá trágicas consecuencias dos días después entre los hombres del Batallón Lincoln: ordena cortar la retirada de las fuerzas que defienden el Pingarrón atacando “en un frente estrecho”, empleando 10 baterías y casi todos los carros de combate.

Puesto de mando frente al cerro

DÍA 26 DE FEBRERO 1937

Dos brigadas se preparan para entrar en la zona del Jarama, pertenecen a la reserva del ministerio que ha autorizado su movimiento. Los norteamericanos reciben un refuerzo de 60 hombres que llegan sin uniforme y sin haber pegado un solo tiro desde su llegada a Albacete.

Por la tarde, el II Tabor de Regulares de Larache es relevado por una Bandera del Tercio que llega de Boadilla y que pernocta en Gozquez.

El día es de gran actividad para Varela: Gozquez, Yuncos, Cuatro Vientos, Yuncos de nuevo, y de vuelta a la Marañosa. El frente está prácticamente en calma.


Para mañana día 27, los republicanos preparan un fuerte contraataque, que tendrá graves consecuencias entre los brigadistas del Lincoln.

miércoles, 22 de febrero de 2017

La Batalla del Jarama, 23 de febrero 1937

 El JARAMA FEBRERO 1937
                  
Hay un valle en España llamado Jarama.
Es un lugar que conocemos demasiado bien,
Porque allí derrochamos nuestra juventud
Y también buena parte de nuestra vejez

XV Brigada Internacional

Miaja está decidido a emplear en este día todas sus reservas para alcanzar sus objetivos. Líster recibe para su División C, el refuerzo de las brigadas 17 y 69, los carros de Pavlov y seis baterías, acumulando unas fuerzas a priori nada susceptibles de no alcanzar la gloria, cuenta con, 1ª,1ª Bis, 17ª, 22ª, 23ª, 66ª, 69ª y 70ª Brigadas. A las tres baterías de 75 mm y las dos de 115 y una de 105 se les añadirían dos baterías más, en total 8 todas mirando hacia el oscuro mogote que dominaba San Martín de la Vega.

A las 12 de la noche comienzan los ataques al Pingarrón. No habría ni descanso ni piedad. Empiezan las escaramuzas. Los cañones republicanos comienzan a prepararse en la oscuridad. Se apuntan las piezas y se trae munición. Voronov, va a probar la efectividad de su arma. Se agrupan los cañones y se pasan las órdenes  correspondientes. Todavía no se ve el objetivo que está justo enfrente, las posiciones de las tropas de Asensio.

Durante cinco horas, el Pingarrón se convirtió en un infierno donde la artillería, entre 30 o 40 cañones, descargaron 4000 disparos sobre las posiciones de regulares y legionarios. Más de 100 disparos por cañón para la pequeña extensión que cubría el objetivo. La aviación también colaboraba en el machaqueo de las trincheras, que acabaron saltando por los aires. Iba a ser un día cruento, brutal, este martes de febrero. Entre 6000 o 7000 soldados republicanos y 36 carros de combate se disponían al asalto del cerro defendido por alrededor de 1500 hombres.

A las nueve, el coronel Asensio acerca refuerzos a las posiciones de reserva del Pingarrón, el batallón gallego, se quedará esperando la oportunidad para relevar a los batallones de primera línea una vez que estos se vacíen de hombres.
Esperando para entrar en combate

Dado lo apurado de la situación Asensio informa a Varela, que se desplaza a las 10:30 al puesto de mando del coronel para dirigir personalmente las operaciones. La situación es angustiosa; la artillería republicana ha barrido las posiciones de la avanzadilla que defiende el II Tabor de Regulares de Ceuta; los escuadrones 3º de Alhucemas y 4º de Numancia, y una sección de zapadores. El diluvio de artillería acaba prácticamente con toda la oficialidad de los defensores; el comandante Zamalloa cae herido pero se niega a ser evacuado, sube en apoyo una compañía del I tabor de Tetuán, consiguiendo desalojar a los republicanos de las posiciones que acababan de ocupar; Zamalloa es herido otra vez. Los republicanos continúan al ataque, sube otra compañía y una sección de ametralladoras  del I tabor de Tetuán consiguiendo que sus adversarios cedan parte del terreno que conquistaron.

Los soldados republicanos están ya apenas a cien metros de las casas, cuando se topan con los regulares de Tetuán que acaban de subir y lo que queda de los defensores. El comandante Zamalloa, con sus heridas, y fusil en mano y rodeado de enlaces y asistentes, lidera el contraataque, entablándose un terrible combate cuerpo a cuerpo. Son las nueve y media de la mañana. Los gallegos esperan agazapados en retaguardia su momento. Al llegar los nuevos refuerzos, los republicanos ya llegan a unas trincheras de la izquierda y unas casas pero son rechazados.
Artillería republicana

La artillería fascista hace fuego de barrera y salva la situación; la artillería les estaba machacando y no esperaban tanto ímpetu de los refuerzos. Los republicanos se repliegan. Cuando finaliza la alocada carrera los republicanos saltan al interior de sus trincheras, y allí permanecen un buen rato. Las tropas de Líster se lanzan de nuevo al asalto, acuden al refuerzo las 2ª compañía de los regulares de Tetuán y la 4ª de batallón gallego, que llegan de nuevo cuando los republicanos planta su pie en las posiciones rebeldes. Zamalloa resulta herido por novena vez, en esta ocasión alcanzado por la explosión de un proyectil de carro, pierde el conocimiento y es evacuado, es sustituido en el mando por el comandante León. Zamalloa ha cumplido su palabra dada a Asensio, cuando le aseguro que la posición no sería tomada estando el en pie.
Los republicanos no cejan en su empeño de hacerse con el Pingarrón; por la tarde vuelven a iniciar el ataque con el apoyo de los carros, cuentan esta vez con la XV y la XI internacionales. Como siempre la infantería y los carros no acompasan su avance y el combate se desenvuelve muy desparejo. Es aquí donde el Batallón Lincoln de la XV recibe su verdadero bautismo de fuego, y será sangriento. La 2ª compañía de ametralladoras del Lincoln se movió hacia unas trincheras poco profundas. El enemigo no estaba muy lejos, entre 600 y 700 metros: La 1ª compañía con el estado mayor del batallón ocupaba también una trinchera poco profunda que daba la vuelta a una pequeña colina y era un magnífico lugar para protegerse del fuego de la artillería y las ametralladoras. El enemigo les estaba esperando.

Los norteamericanos se aprestan a recuperar las antiguas posiciones de los británicos, tan duramente disputadas los días 12, 13 y 14, la famosa Colina del Suicidio. Esperan el compás de la artillería que tiene que abrirles el camino, hasta las trincheras enemigas. De pronto el silencio cae como un mazazo seco, pasan primero los tanques y los oficiales hacen con la mano el ademán de que hay que salir. Pero casi inmediatamente pierden contacto con ellos. Iba a comenzar su tragedia particular.
Brigadas internacionales

Al final del día los norteamericanos contabilizarán entre sus componentes unos 120 muertos, alrededor de 175 heridos, entre los que se encuentra su jefe Merriman, que ha tenido que ser evacuado.

Avanzada la tarde la encarnizada lucha empieza a perder intensidad. Comenzando a replegarse las unidades republicanas y cediendo el fuego de su artillería. Llega el resto del II tabor de Alhucemas a posición de reserva, y las compañías 2ª y 4ª de los gallegos que están ya en el Pingarrón resisten; aun así a última hora comienza otro ataque republicano. Una Compañía del recién llegado Tabor ha de subir al Pingarrón para, como en anteriores ocasiones llegar cuando se está luchando cuerpo a cuerpo, una vez más el asalto fracasa. Los combates cesan y los zapadores fascistas vuelven a fortificar las posiciones. Los intentos fallidos han desmoralizado a los asaltantes.

Las pérdidas rebeldes se estiman en 650, Asensio piensa que es necesario que se anticipen las operaciones y vuelve a reclamar refuerzos.
Ha sido un día duro y agotador, nunca en la reciente historia de esta guerra se habían vivido momentos como los de esta jornada.
Varela entrega la Laureada a Franco, franco siempre estuvo molesto, varela tenia 2

En la Marañosa, varios coches suben lentamente la cuesta. Un grito resonó entre los militares que allí había” ¡Guardia! ¡A formar! Del primer auto descienden dos militares entrados en kilos y de baja estatura; eran los generales Franco y Orgaz, sus expresiones son serias y taciturnas. Los jefes solo se presentan en el campo de batalla, para recoger la gloria a para ver porque no se avanza y cortar las cabezas de los responsables. Los recibe el bilaureado Varela, enfundado en su chilaba mora y con  sus guantes blancos, al saludo inicial le siguió el análisis de la situación: Puede que de esta reunión, que por otra parte no aparece en la memorias de Varela, salga Franco con la decisión de destituir a Varela y Orgaz, era la tercera ofensiva que se frenaba en su intento de tomar Madrid. Entonces no sabía que la cuarta por Guadalajara sería un Nuevo fracaso.
 
Placa al laureado Zamalloa en el Pingarrón
En las casas del Pingarrón hay una placa conmemorativa del día crítico de la batalla que dice así:
 El 23 de febrero de 1937 sobre este cerro que domina los llanos del Jarama y el Tajuña, el comandante Gómez-Zamalloa escribió con su sangre la bella página que a los héroes reserva la historia. El ejército internacional que quiso ocupar con el apoyo de sus carros el borde de esta meseta fue derrotado en el vano intento de su empeño. Y del volcán de su metralla que fue el Pingarrón como grandioso espectáculo de guerra y muerte, quedo como un eco en el silencio de estos campos, el gesto del comandante Zamalloa, a quien la vida se iba por las heridas, pero que la victoria conservo con sus alas para que hoy reciba el homenaje de respetuoso cariño que, por su ascenso a coronel, le dedica el batallón de infantería del ministerio del Ejercito. Pingarrón mayo 1952



 NINGUNO DE LOS SOLDADOS QUE ALLÍ LUCHARON, POR SU LIBERTAD Y LA NUESTRA, TIENE UNA PLACA HOMENAJE, ALGO NO ESTAMOS HACIENDO BIEN.

martes, 21 de febrero de 2017

La Batalla del Jarama, 22 de febrero 1937

El JARAMA FEBRERO 1937
                  
Hay un valle en España llamado Jarama.
Es un lugar que conocemos demasiado bien,
Porque allí derrochamos nuestra juventud
Y también buena parte de nuestra vejez

Batallón Lincoln 

A las nueve, el general Varela se dispone a recorrer el frente como todos los días, primero pasa por el puesto de Mando del coronel Asensio: es la zona del Pingarrón la que le preocupa y donde ve que el enemigo está echando el resto. Ambos recorren las posiciones y dudan de que puedan aguantar un día más con los efectivos que tienen sobre el campo,  Varela toma una decisión que va a decidir la batalla. Todos los esfuerzos de que puede disponer, que no son muchos, van a ser enviados a Asensio, al Pingarrón.

También a las nueve, tres “Moscas” persiguen a un avión de reconocimiento sin consecuencias. Un Katiuska bombardea por la tarde San Martin de la Vega.

A las doce de la mañana Varela da novedades a Orgaz y a las 14:30 vuelve a su puesto de mando a la Marañosa.

Ataque al Pingarrón, 23/02

El cerro del Pingarrón pasó muchas veces de mano en mano. Ya había costado a ambas partes miles de hombres. Cinco o seis casas y poco más. Eso poco costó tantas vidas. El Pingarrón es una posición clave para todo el extremo oriental del sector del Jarama. El que domine el Pingarrón será dueño de una gran parte del río, por eso miles de proyectiles, centenares de miles de balas, han sido disparadas sobre menos de un kilómetro cuadrado.

Hoy Líster empleara cinco brigadas contra el cerro. 1ª, 1ª Bis, 23ª, 66ª, y 70ª. Contará con el apoyo de tres baterías de 72 mm, una de 105 y dos de 114,3, y con el apoyo de 22 carros.

Brigadistas descansando

Miaja va a poner toda la carne en el asador, pero todavía no se siente seguro y pide más refuerzos, no ve que su enemigo está prácticamente en cuadro y tiene poco que echar a la hoguera de destrucción que se ha convertido el Jarama. Después de un esfuerzo inmenso los republicanos han parado la ofensiva Fascista, pero no logran derrotarlos definitivamente, en muchos puntos no consiguen ni que retrocedan.

Este día, el general Varela y el coronel Asensio realizan un reconocimiento del flanco derecho, de la zona del Pingarrón, el punto débil del dispositivo franquista. Este hecho va a ser fundamental en los acontecimientos del día siguiente. La escasez de fuerzas no ha permitido guarnecer sólidamente el sector que desde el Pingarrón cae sobre el Río Jarama, frente a San Martín de la Vega. Sobre el propio terreno determinan las posiciones  y se refuerza la línea con una de las pocas unidades de reserva, que envía Orgaz. Sin este reconocimiento previo a la gran batalla que se dará al día siguiente, el futuro del Pingarrón puede que hubiera sido diferente.

Posiciones frente al Pingarrón

Apenas hay actividad en otros frentes. Durante todo el día se continuaron los disparos y el ataque de la artillería republicana contra García Escámez y Barrón; igualmente le ocurre a Asensio que es duramente castigado. Los ataques republicanos van perdiendo intensidad.

Los sublevados sufren este día, 397 bajas, a pesar de ser un día calmado.


         Amenaza de tormenta. La calma que precede a la tragedia

lunes, 20 de febrero de 2017

La Batalla del Jarama, 21 de febrero 1937

El JARAMA FEBRERO 1937
                  
Hay un valle en España llamado Jarama.
Es un lugar que conocemos demasiado bien,
Porque allí derrochamos nuestra juventud
Y también buena parte de nuestra vejez
Tanques Panzer en el Jarama


A las cuatro de la mañana volvió a reventar el frente, el Pingarrón es bombardeado una y otra vez por la artillería y la aviación republicana, completando la cortina de fuego con tres asaltos de la infantería. Los tres son rechazados y los atacantes tienen que regresar al punto de partida. Amanecía el domingo 21 de febrero y las primeras luces iluminaban la tierra de nadie llena de muertos y heridos.

La División de Líster con seis brigadas, se aproxima cerca del Puente de san Martín y está a punto de acabar con la cabeza de puente franquista, poniendo en una situación comprometida a las fuerzas de la 4ª Brigada de Asensio este también pierde posiciones al sur de la cota 780.

El puente de San Martín llega a sufrir los impactos de las ametralladoras. La vanguardia está retrocediendo hacia el río y la situación se complica por minutos, los republicanos también están sufriendo y sus bajas son muy grandes. La 23ª brigada se está quedando en cuadros después de dos asaltos contra el Pingarrón.

La 70ª Brigada, ha sufrido un terrible castigo en los ataques en su primer día de fuego. Líster considera que han chaqueteado. Cipriano Mera, de visita en el frente, alarmado al ver el estado en que se encuentra su antigua unidad, con un 50 por ciento de bajas en sus filas, se presenta en el estado mayor de Líster. Casi de inmediato comienza una discusión, en que reprocha al jefe comunista el haber utilizado la 70ª como carne de cañón, acusándolo de llevar al matadero innecesariamente a su antigua brigada.
Asesor ruso, General Rodión Malinovski 

El Coronel Rodión Malinovski  que presenció la discusión, sin embargo reconoce  que las dos unidades anarquistas la 70 y 66 Brigadas Mixtas, se batieron con coraje en la batalla, Incluso el subjefe de la Brigada de Tanques Petrov, que con su fusil, en la mano, se puso en varias ocasiones al frente de la 70ª en sus ataques al Pingarrón, corrobora esta actuación y de alguna manera reconoce la queja de los antiguos hombres de Mera. De que los mandos les han abandonado. Solo parecen estar de acuerdo, en que  el matadero es bastante democrático y se lleva por delante a comunistas y anarquistas, por igual.

También esa madrugada se atacan violentamente con todas las armas, el Vértice Coberteras y el Espolón de Vaciamadrid, siendo contestados con igual violencia por la artillería fascista. Horas después un fuerte bombardeo se escucha al otro lado del río. Durante toda la mañana son atacadas las posiciones de Rada, Barrón y García Escámez con nutrido fuego de artillería que se extiende por todo el frente, llegando a afectar hasta Cabeza Fuerte. El frente ha estallado.

En la zona de Barrón el ataque ha comenzado a la 6:00; a esa hora la posiciones de los puestos de mando de los Regimientos 5º y 6º y las trincheras de la 1ª bandera son bombardeadas por la aviación, a la que sigue la presión artillera hasta las 10:00, en que avanza la infantería republicana, abren entonces fuego las baterías de 65 mm de la columna a la vez que se solicita el concurso de las baterías de apoyo directo. En la operación intervienen 13 tanques rusos, pero a pesar de todo los republicanos no consiguen avanzar, uno de los carros es alcanzado por la artillería y se incendia; el ataque ha durado dos horas. Por la tarde vuelven a la carga los republicanos pero después de hora y media de combate son de nuevo rechazados.
García Escámez en las operaciones de la Batalla del Jarama

García Escámez es atacado con artillería y morteros, los carros también participan. Los republicanos intentan romper el frente de la columna de Escámez y son rechazados, intentan envolver por la derecha a Asensio y fracasan.

Varela se desplaza al puesto de mando de Asensio, siguiendo su costumbre de acudir a la zona de mayor riesgo. El general su ayudante, el jefe de estado mayor y Asensio, parten en cuatro carros para reconocer el Pingarrón, observan como su artillería rechaza por dos veces el asalto de la infantería enemiga a las Casas de las Pingarronas. Regresan al puesto de mando a tiempo de recibir un batallón gallego que llega como refuerzo, a continuación Varela se marcha a dar cuenta a Orgaz que está en Gozquez de Abajo.
Gozquez de Abajo, cuartel General de Orgaz

Al sur de la carretera de San Martín a Morata, una parte de los Lincoln entro en acción, El Batallón Seis de Febrero, situado a su izquierda, necesitaba urgentemente el apoyo de ametralladoras y pidieron a los norteamericanos que les prestarán las suyas, fueron arrastrandolas trincheras abajo, apartando soldados y saltando cuerpos hasta llegar a la posición de los franceses. Al llegar un oficial les saludó con gesto de alivio y les señaló sus posiciones, dominando un oscuro barranco. Al día siguiente esperaban un ataque. Se acurrucaron bajo las mantas e intentaron dormir. Mañana les esperaba un día duro.
Batallón Lincoln

Los Lincoln iban a empezar oficialmente su vida como unidad de combate; acompañando a la 24ª brigada. Atacando en poco más de veinticuatro horas en la peor parte del frente. Poco a poco se iban a dirigir a relevar a los Dimitrov. El combate les estaba esperando; al fin y al cabo, para eso habían venido.

El general Millán Astray  sale de la comida con Faldella, visiblemente contrariado. “¡pero que han creído esos macarronis de mierda! ¡Que se vuelvan a su casa! ¡Nadie les ha llamado!” “¡Ahora que le digo yo al generalísimo! ¡Cobardes!”.

Franco le había enviado a ver a Faldella. Franco necesitaba urgentemente que los italianos desencadenasen una ofensiva desde Guadalajara. Pero Faldella se escapó con evasivas a los ruegos realizados por Millán.

Para los fascistas es otro día duro; a lo largo de la jornada han tenido 150 bajas; muchas, demasiadas, si las sumamos a las 202 del día anterior, todo sigue en riesgo, El agotamiento de ambos contendientes marca el final de la lucha, mañana tal vez alguno este tan agotado que no resista una nueva embestida.

Para los republicanos el día es desalentador; La División A ha fracasado por el deficiente suministro de municiones y por la falta de cobertura artillera; la División B ha avanzado tan poco que apenas se puede percibir el cambio en sus posiciones; la 11 no cumple sus objetivos la indecisión y un enemigo bien atrincherado han convertido en fracaso su ataque. Solo las fuerzas de la Agrupación Modesto han conseguido cumplir su misión, se han dedicado a continuos ataques para fijar al enemigo distrayendo al contrario para que no pudiera reforzar otros sectores. También han conseguido recuperar algunas porciones de terreno que ya no abandonaran los republicanos durante toda la guerra.
Transporte de munición en el Jarama

La 69ª y la 24ª pasan a reforzar la División B del general Gal. La 17ª es retirada de primera línea; sus hombres pasan a engrosar la PUA.

Durante todo el día los observadores republicanos, han contabilizado la llegada de camiones, muchos de ellos con hombres, a Leganés y Getafe; los fascistas parece que han conseguido los refuerzos que tanto necesitan.


Para colmo el día 21, el Comité de No- Intervención o de “intervención activa para favorecer los intereses del bando fascista” como realmente se tenía que haber llamado, prohíbe el reclutamiento, salida y tránsito de voluntarios con destino a España.

domingo, 19 de febrero de 2017

La Batalla del Jarama, 20 de febrero 1937

El JARAMA FEBRERO 1937
                  
Hay un valle en España llamado Jarama.
Es un lugar que conocemos demasiado bien,
Porque allí derrochamos nuestra juventud
Y también buena parte de nuestra vejez

Campamento de las tropas de Varela en la Marañosa

El día empieza con la preparación artillera de las fuerzas de la Agrupación Modesto; sobre la 1ª Brigada fascista del coronel Rada; una vez finalizada la infantería republicana se lanza al asalto en la zona que defiende la VII Bandera de la Legión en el extremo norte del Espolón. La situación es crítica para los legionarios de Rada, el Espolón permite el ataque por tres de sus cuatro lados; se ataca desde la casa del guarda, el Parador o desde Casa Eulogio, los legionarios de la VII consiguen mantener la posición aun con muchas bajas, en una de las compañías se contabilizan 120 entre muertos y heridos, en otra de ellas la 23ª solo queda un oficial, un sargento y 13 legionarios. Todos acuden a la defensa incluidos los rancheros y zapadores, el capitán a su mando ha conseguido encontrar espacio para todos en la protecciones o trincheras. Ese día alcanzaron la Medalla Militar Colectiva.

Lo que está ocurriendo en la Marañosa obliga a que el Tercio Cristo Rey sea enviado a la fábrica para apoyar en días posteriores a sus hermanos los Requetés del Tercio Alcázar que están en la loma intermedia o loma artillera. Las posiciones que ocupa la Brigada de Barrón, son continuamente atacadas pero disfrutan de relativa tranquilidad la prueba es que solo han tenido dos heridos durante toda la jornada. Sobre el Pingarrón los republicanos mantienen el  fuego de cañón y contrabatería.
Valentín González "el Campesino"

La 70º brigada se está agrupando para ocupar posiciones desde la cota 680, la Casa de Valgrande y la Casa Genaro, frente e izquierda del vértice. Se ordena que el Batallón Lincoln se traslade a primera línea y se situé entre el Batallón Español y el Dimitrov. La brigada de Choque del “Campesino” es replegada a segunda línea y sustituida por la 21ª Brigada Mixta.
Oficiales de la 21ª Brigada, en la aproximación al Jarama

El “periodista” ruso Mijaíl Koltsov, que suele estar en los lugares más insospechados:

Recostado al pie de un almendro, con el cuello tajado. La sangre es una corbata escarlata que le cae hasta la cintura, para desparramarse en charco por el suelo.
El muerto sujeta entre las manos un periódico fascista. La avanzada se durmió, los facciosos la pasaron a cuchillo y, mofándose del muerto le pusieron un periódico en las manos. No han tenido tiempo de llevarse al muerto; primero hay que evacuar a los heridos.

La “Gloriosa” como se conoce a la aviación republicana inicio el día bombardeando posiciones en Toledo y la Marañosa. Por parte de los fascistas Bombardean posiciones de las columnas en el Jarama a pesar de los cazas republicanos que han perdido efectividad desde la incorporación de la patrulla de García Morato. La actividad en el aire es continua por unos y otros, ambos sufren hoy derribos por parte de los republicanos es derribado un caza de la escuadrilla de Lacalle, y por parte fascista un Heinkel.

A media mañana Varela se desplaza al puesto de mando de García Escámez tras haber conferenciado en Gozquez con Orgaz. Hay que hacer más ligeros los movimientos para conseguir parar el impulso de los republicanos en el sector más crítico del avance, el centro.

Cada día que pasa es más evidente el agotamiento de los dos ejércitos, los ataques están pasando a un segundo plano; en ambos se hace cada vez más patente el ánimo de mantenerse en las posiciones ocupadas más que expulsar al enemigo.

Hacen Falta hombres y se buscan por todos los sitios y entidades que puedan disponer de voluntarios. Para completar la 67ªBrigada Mixta se envían trescientos sindicalistas, doscientos quince del 2º batallón de la 4ª Brigada van a reforzar a las tropas de Aranjuez, de la Agrupación Modesto piden el traslado a Elche del 1º Batallón de la 42ª Brigada para que descanse de  los esfuerzos realizados y que la tienen en una situación límite; Burillo solicita más fuerzas para poder completar la 19ª que está muy mermada y Líster solicita dos baterías de artillería.
Combates frente al Pingarrón

El ejército leal retoca sus posiciones y redistribuye las fuerzas de que dispone, el número de bajas es tan elevado que es necesario repartir continuamente. La 1ª Brigada Bis, se incorpora a la División de Líster, las Brigadas XV y 18ª que habían estado hasta entonces apoyando a la Brigada de Líster, pasan a la División D; la 69, que estaba en la reserva pasa al sector de Gal.

El general Varela da por terminada la jornada a esta hora, las seis de la tarde, y se va a informar a Orgaz que le espera como siempre en Gozquez. Después de una hora se marcha a Yuncos para llegar de nuevo a su puesto de mando en la Marañosa, a la una menos veinte de la madrugada. Un poco más tarde de lo que acostumbra.
Millán Astray

El General Millán Astray ha llamado por la tarde al jefe de Estado Mayor de los italiano Faldella, con el fin de convencerle de que comiencen las operaciones desde Guadalajara, que pueden salvar la Batalla del Jarama. El general manco y del parche en el ojo, héroe de guerra en África y creador junto con Franco de la Legión. Sera recibido al día siguiente, y quedan para almorzar en el comedor del CTV (Corpo Truppe Volontaire). El italiano, despreciado por Franco días antes, ahora se hace de rogar.

 Las Fuerzas de Varela han tenido 202 bajas, entre ellos 12 muertos; la mayor parte de los caídos son de la VII Bandera de la legión, que guarnece el Espolón de Vaciamadrid. Siguen cayendo muchos oficiales, 4 de los 12 que tenían. Desertan 11 milicianos.
Ataques al Espolón

Entre los heridos se encuentra, el padre Caballero, Alférez de la X Bandera de la Legión, herido en la madrugada durante los ataques al Pingarrón; y que lleva todo el día esperando con heridas graves, a ser evacuado:

Y después una historia de desilusiones. Una primera cura. Y allí, esperando la evacuación de la noche, asistiendo a lo que puedo. Ha sido una providencia o un milagro, eso es lo mismo. Cierto que Dios estaba conmigo. Lo malo es que me dicen que tengo que apartarme del frente, que he de dejar a mis legionarios, que he de ir al hospital. Y, peor, esperar allí la curación.
Van llegando los heridos. El tanque y sus fuerzas internacionales siguen allí enraizadas, lanzando impunemente sus disparos sobre nuestra posición y van llegando heridos. Mi última petición es que luchen todos contra la blasfemia, y así me lo prometen el capitán y los oficiales. El camino hasta la ambulancia y luego hasta el puesto de socorro de Pinto, muy penoso, sin una gota de agua desde la mañana. Empiezo a convencerme de que soy un herido más. De que tengo que abandonar a los que seguirán muriendo. En Pinto mientras espero turno, al abrirse la puerta de lo que hace de quirófano, un pobre herido, todavía anestesiado, ¡sin brazos ni piernas! Me hago llegar hasta el alférez Peña, gravísimo, y lo confieso. Aprovecho la ocasión y le doy la absolución con los dos brazos vendados. La herida del brazo derecho gotea todavía. En Griñón me atiende el capellán y el capitán Escudero. Por fin de madrugada, en la camioneta de requetés heridos, verdaderos héroes de Cristo Rey, a Toledo, el hospital del colegio de Doncellas. Y malamente puedo escribir, con cierta nostalgia, la historia del día de hoy.