Paseo de Pintor Rosales |
20 de noviembre 1936 (viernes)
EL
SANTO Y SEÑA PARA CIRCULAR ESTA NOCHE POR MADRID ES:
Pregunta:
Como se triunfa
Respuesta:
Siguiendo a los mandos
Sin
el santo y seña no se puede circular por las noches de Madrid, sin que te
detengan.
La lucha en la Ciudad Universitaria se
concentra en los alrededores del Hospital Clínico. Para el día 20, García
Escámez da una nueva orden que requiere una reagrupación de fuerzas. La columna
3 deberá situarse en el flanco izquierda, desde el río al Hospital Clínico, en
el Asilo de Santa Cristina y el Instituto de Higiene se establecerá la columna
1, y a su derecha por la Residencia de Estudiantes y la Fundación del Amo, la
columna 2. Los objetivos de las columnas 1 y 2 serán la Cárcel Modelo, el
cuartel de infantería y la manzana del edificio, esquina Paseo Moret y Pintor
de Rosales. Es el último y desesperado esfuerzo para ocupar Madrid. Barrón
recibe el V tabor de Ceuta y Asensio un batallón de Bailén, Losas recibiría un
tabor de tiradores de Ifni y un batallón del Regimiento Serrallo, la artillería
actuó con dureza y la aviación a pesar del mal tiempo, bombardea desde la 8 a
las 9 los principales objetivos, las unidades de infantería, llegan al límite
de sus posibilidades.
Entre los Internacionales los muertos
son tantos que los camilleros italianos del Garibaldi no dan abasto a recoger
sus cuerpos y a los heridos. En apenas dos días que los italianos llevan combatiendo,
sus bajas ascienden a un dieciocho por ciento del batallón. En el terreno que
ocupan, que hoy ha vuelto a ser escenario de un combate feroz, se oye, al
oscurecer, los gritos de algún herido que, busca la ayuda del camarada que le
saque de tierra de nadie.
La XII brigada necesita ser
reorganizada cuando apenas había estado en lucha unas horas. Entre las bajas,
el porcentaje de oficiales y comisarios es altísimo. Los comandantes de
batallón tienen que seleccionar a los nuevos mandos en las horas que no hay combate. Están todos exhaustos.
Pero orgullosos, porque han resistido al enemigo, igual que lo han hecho los de
la Dabrowski a la que relevaron hace dos días.
Pero ya son inútiles los
combates desde la estrategia, aunque tengan importancia política. Las unidades de ambos ejércitos se
van quedando reducidas al mínimo de supervivencia dejan de ser consideradas fuerzas
de combate. Asensio ordena a los sublevados que tomen la cárcel Modelo. Y Miaja a los
suyos que liberen el Clínico y arrojen al enemigo al otro lado del río. Se ha
llegado a una situación de empate que no puede resolverse. Los hombres se matan
unos a otros en el Clínico, pero eso ya da lo mismo a efectos del resultado de
la batalla. Ni los refuerzos que recibe Barrón, que suman tres batallones, ni
los que recibirá Miaja pueden alterar el resultado.
Madrid está siendo un fracaso para las
fuerzas de Franco. Pero la Ciudad Universitaria, donde hay más de tres mil combatientes
franquistas atrincherados, es un lugar inexpugnable para los republicanos. Comienza
una nueva guerra, de posiciones. Y aparecen unos combatientes de nuevo tipo:
los minadores. Son casi todos ellos asturianos, y actúan volando edificios en los
que legionarios y regulares resisten de forma inverosímil. La Ciudad Universitaria
es un frente cercado por más de diez mil hombres, pero es también una cuña
clavada en la estructura defensiva que han armado Miaja y Rojo.
En hotel Ritz de Madrid
convertido en hospital de sangre de las milicias catalanas, muere de madrugada
en la habitación 233, el anarquista Buenaventura Durruti. El doctor José Santamaría,
el cirujano que le atendió, y no se arriesgó a intervenirle dice que no se
puede hacer nada por su vida. La herida que le causó la muerte es de una bala de nueve milímetros
de las que cargan los naranjeros, un tipo de subfusil que Durruti solía llevar consigo
(algunos testigos dicen que ese día no lo llevaba). Su cazadora presenta las quemaduras
propias de un disparo hecho a corta distancia. La última persona en hablar con
él es su íntimo colaborador, Ricardo Rionda, un asturiano que le acompaña casi
siempre. “Demasiados comités”, es la última frase que se escapa de sus labios,
según Rionda.
Durruti |
En la Junta de Defensa se
discute el desarme de la columna. Y
comienza a desatarse, de inmediato, los rumores interesados sobre las
circunstancias de la muerte del jefe anarquista. Se habla de traición, de que
el balazo que le ha matado le entró por la espalda. Eso apunta a su asesor
militar, el sargento Manzana, o a alguno de sus hombres.
El anarquista Ricardo Sanz se hace cargo de la columna Durruti |
La asamblea, que se
celebra en el cuartel de la calle Granada en el barrio de Pacífico, registra
momentos de gran tensión. Uno de los jefes anarquistas empuña su pistola y dice
que prefiere pegarse un tiro antes que huir o aceptar lo que considera una
deserción. Diego Abad de Santillán “amenaza con un consejo de guerra a los que
se marchen”. Pero la respuesta, es que prefieren eso a que los maten por la
espalda.
De los mil ochocientos
milicianos de la columna Durruti que vinieron hace seis días a Madrid para ayudar
en su defensa, un tercio han caído heridos o muertos. Apenas trescientos
deciden continuar con Ricardo Sanz para seguir luchando en la defensa de la
capital. El resto, la mayoría, dejan sus Winchester para que los empuñen otros combatientes
y se vuelven al frente de Aragón. A los que marchan les acompaña los rumores de
traición que les ayudan a justificar su prematuro regreso. La traición apunta a
los comunistas. Mijaíl Koltsov, el oscuro hombre que parece estar en todas
partes y manejar todos los resortes del poder, habla de que Durruti estaba a
punto de dejar la confederación anarquista y pedir su ingreso en el partido
comunista. El comandante Carlos del 5º Regimentó publica en Milicia Popular un
fragmento de una carta de Durruti dirigida a los trabajadores de la URSS: “Hace
veinte años que los trabajadores rusos izaron en oriente la bandera roja, símbolo
de la fraternidad entre el proletariado internacional, en el cual depositasteis
vuestra confianza para que os ayudase en la magna obra que habíais emprendido”.
El supuesto acercamiento de Durruti al
partido comunista, sólo puede tener una interpretación: le han matado sus compañeros
para evitar su defección.
La Vía Laietana pasa a denominarse Vía Durruti |
Algo más tarde que
Durruti, pero en la misma madrugada, es ejecutado en Alicante José Antonio
Primo de Rivera, fundador de la Falange. Un jurado le ha condenado a muerte hace
dos días, y no se esperó al “enterado del gobierno” que llega unas horas
después a la prisión: “Sírvase entregar a las fuerzas encargadas de ejecutar
las sentencias de muerte a los detenidos José Antonio Primo de Rivera, Ezequiel
Mira Iniesta, Luis Segura Baus, Vicente Muñoz Navarro, Luis López López.
Alicante, 19 de noviembre de 1936. Por la comisión, R. Llopis. V°B° El
gobernador civil”.
José Antonio Primo de
Rivera se defiende a sí mismo en un juicio que ha contado, con las debidas garantías procesales. Pero la
acusación es contundente, su destacada personalidad y la guerra extrema en que
está España, auguran la condena. Durante el juicio llega a ofrecerse como mediador
para detener la guerra, miente y niega que la Falange haya conspirado para
desatar la sublevación (el 12 de julio presiono al General Mola “si para el 14
no se da el golpe de estado la Falange lo declarara sola”) y se declara contrario
a una dictadura militar. Además, ha quitado importancia a la entrevista que
tuvo con Hitler en Berlín en 1934. Primo de Rivera se ha mantenido sereno
durante todo el juicio. Ha hecho de sí mismo una defensa que algunos califican
de gallarda. Pero de nada sirven sus argumentos y su oratoria. El tribunal le
condena a muerte.
La ejecución se consuma rápidamente,
una vez conocida la sentencia. El presidente del gobierno dirá que ni siquiera
le dio tiempo a discutir el asunto. El gobernador civil, el comunista Monzón, pregunta
a los distintos partidos para ver “si interesa la ejecución inmediata del reo,
o su aplazamiento hasta el momento oportuno”. Nadie le responde. La República
ha ejecutado a un importante dirigente fascista, pero ha perdido un rehén
precioso.
La prensa republicana
publica la noticia, como ha publicado dos días antes la de su condena a muerte.
La prensa franquista no se hace eco. Tardará varios meses en hacer público el
hecho. Hay una decisión firme de que no se conozca la noticia para evitar la
desmoralización entre los falangistas. Tiempo que necesita Franco para hacerse
con el control de la Falange, sus camaradas le llaman el “ausente” para evitar
el “presente” que indica que un camarada está muerto.
En el día que se conoce lo
ocurrido en el cuartel general de la Falange, en Salamanca, está reunido el III
Consejo Nacional de la organización en esta ocasión lo preside Manuel Hedilla. Los vocales acuerdan mantener
lo ocurrido en secreto, a propuesta de Franco.
Y la Junta de Mando decide elevar al Consejo, sólo dos asuntos: cambiar la sede
a Salamanca y posponer el consejo extraordinario al día en que Madrid sea
liberado. El Consejo y la Junta disponen la continuidad de sus cargos. Habían
sido elegidos para un año, pero a partir de ahora se consideran vitalicios. Para
que Falange no se disuelva. La nota
oficial que se aprueba es de dependencia de Franco: “El Consejo, enterado de la
íntima compenetración entre Falange y el jefe del Estado, ratificó la decisión
de conservarla, considerándolo como un sagrado deber exigido por la necesidad
de la victoria y de la edificación del nuevo Estado”.
La obediencia falangista
no puede esconder la frustración ante los poderes totalitarios de Franco. Su
discurso disimula a duras penas la falta de independencia política para la
organización que sean distintas a la sumisión y la obediencia.
Raimundo Fernández Cuesta |
Los falangistas emboscados
en Madrid, sí tienen noticia de la muerte de su principal dirigente. Lo leen en
los periódicos y buscan la confirmación nocturna en la radio oficial de
Salamanca. Pero no se dice nada. Les queda la esperanza de que los rojos estén
mintiendo. La información sobre Primo de Rivera fluye con mayor libertad en el territorio
republicano que en el franquista. Incluso, una entrevista publicada por un
periodista inglés en el News Chronicle ha sido reproducida hace dos
semanas por la prensa de Madrid. Los diarios franquistas no se han hecho eco de
ella.
Voluntarios falangistas en Valladolid |
Evacuación de niños en Madrid hacia la zona de levante |
Los madrileños sufren una gran
escasez. Los alimentos y artículos de primera necesidad llegan con grandes dificultades.
Ya apenas quedan reservas de pan. Los conductores de Auto-Transportes colaboran
poco, lo que complica la situación: se niegan a ceder camiones para la
evacuación de personas y el transporte de alimentos si no se les abonan 0,40 pesetas
por kilómetro. La Junta discute cómo obligarles a cumplir las órdenes de la
Junta de Defensa. Los responsables de las distintas consejerías afectadas por
la actitud de los camioneros acuerdan que necesitan contar con fuerzas coactivas
para hacer cumplir las disposiciones. Se amenaza con militarizarlos o con
enviar a prisión a los responsables de Auto- Transportes.
Sede del Comité Internacional de la Cruz Roja en zona rebelde (alava) |
El Comité Internacional de la Cruz
Roja, en telegrama enviado a Miaja el 20 de noviembre de 1936, propuso que, a
fin de evitar las bajas, se reuniera a la población no combatiente de Madrid en
una zona determinada de la ciudad.
“En respuesta al telegrama de ayer en
el que me comunicaban haber telegrafiado a Miaja acerca de la conveniencia de
que la población no combatiente quede concentrada en un sector determinado de
Madrid, declaro que el ejército combatiente sólo está en los frentes de
combate, de modo que, desde un punto de vista humanitario toda la población ha
de considerarse como no combatiente. Es por consiguiente inadmisible la
propuesta de que el sector de los ciudadanos que no participan en la lucha
armada se concentre en un lugar determinado. Cordialmente le saluda Largo Caballero.”
PARTES OFICIALES DE GUERRA
PARTE FRANQUISTA
Ejército del Norte:
7ª división. Sector norte, sin novedad.
Sector sur. En los barrios de Madrid
ha continuado la progresión de nuestras tropas, ensanchándose las bases
alcanzadas, ocupándose algunas casas y grandes edificios en la Moncloa que
estaban fuertemente fortificados por el enemigo. Éste resultó castigadísimo, haciéndole numerosísimas bajas y abandonando en nuestro poder numerosos muertos,
ametralladoras y mucho armamento. Varios intentos enemigos, para recuperar
alguna de las posiciones, fueron duramente rechazados.
PARTE REPUBLICANO
A las nueve y cuarenta y cinco de la
noche:
Frente del centro. En los frentes de
Arganda, Aranjuez, Somosierra y sur del Tajo, sin novedad.
En el sector de Guadarrama, el enemigo
ha presionado por la Toba, entablándose combate. En Guadarrama, en el subsector
de Zarzalejo, el enemigo presionó fuertemente corriéndose por nuestros flancos,
siendo contenido tantas veces como lo intentó. En las últimas horas de la tarde
inició otra vez el ataque con bombas de mano, siendo duramente castigado obligándosele
a replegarse, mejorando nuestras fuerzas sus posiciones. Tan enérgica resistencia
y duro castigo ha desalentado al enemigo gravemente.
En el sector de Madrid se ha operado
poco en el día de hoy. Nuestros milicianos ocuparon el Hospital Clínico de la
Ciudad Universitaria. La Casa de Velázquez ha sido incendiada. En el resto de
este frente no ha habido novedades dignas de mención.
No sé si te interesará subsanar el error pero en la fotografía que lleva por pie de foto 'Sede del Comité Internacional de la Cruz Roja en zona rebelde (alava)' es exactamente la calle Conde Salvatierra de Valencia y el edificio que se ve al fondo es el antiguo Palacio de Justicia situado en la Glorieta.
ResponderEliminarSi te ha servido de algún interés me alegra.