domingo, 17 de julio de 2016

17 DE JULIO

General Franco, en Canarias


DÍA 17 DE JULIO (viernes)

*Franco viaja la madrugada del 17  a Las Palmas en el correíllo Viera y Clavijo. En esta capital, se alojó en el Hotel Madrid y realizó la misión para la que oficialmente había ido, (Entierro del general Amado Balmes), pero, al mismo tiempo, visitó varios cuarteles, donde se entrevistó con sus mandos para coordinar las acciones una vez se hubiese iniciado el levantamiento. Como condición para sumarse a la sublevación, Franco había solicitado que su mujer y su hija abandonasen también Canarias. Esa misma tarde eran escoltadas al Puerto de la Luz, donde embarcaban rumbo a Lisboa. La madrugada del 18.


*El general Batet se entrevista en Irache por la mañana con el general Mola para disuadirlo. Este le da su palabra de honor de que no se sublevará. A las 5 de la tarde los rebeldes salen a la calle en Melilla. Al anochecer suenan las cornetas y tambores y se lee un bando firmado por Franco: «Hago saber: una vez más, el Ejército, unido a las demás fuerzas de la nación, se ha visto obligado a recoger el anhelo de la gran mayoría de españoles (...) se trata de restablecer el imperio del orden dentro de la República, no solamente en sus apariencias o signos exteriores sino en su misma esencia». En todo el protectorado se aplican las normas de ejecución previstas por Mola, que se repetirán en toda España: destitución de los jefes militares fieles, declaración del estado de guerra, ocupación de los centros de poder civil y servicios públicos, detención de los militantes de izquierdas y ejecuciones sumarias. En la noche del 17 al 18 de julio hay solo en Marruecos 225 fusilados.


*El coronel Solans envió a Las Palmas un telegrama desde Melilla confirmando el triunfo de la sublevación en Marruecos. Su contenido llegó a conocimiento del gobernador civil, Boig Roix, quien pidió explicaciones. El ayudante del general afirmó que esto no iba en contra de la República.


*Las autoridades republicanas desde Madrid le instaron a que abandonase su intento golpista. Sin embargo, Franco, jugando a confundir a las autoridades leales al Gobierno, siguió afirmando que la situación no iba en contra del Gobierno, ambigüedad que aplicarían todos conspiradores para ganar tiempo en estos inicios del levantamiento armado. 

General Manuel Romerales


*El 17 de julio por la mañana, en Melilla, los coroneles que estaban al tanto del alzamiento militar, se reunieron en el departamento cartográfico en el edificio de la Comisión de Límites, para trazar los planes de ocupación de los edificios públicos, planes que comunican a los dirigentes falangistas. Uno de los dirigentes locales de la Falange informa al dirigente local de Unión Republicana, llegando esta información al general Manuel Romerales Quintero, comandante militar de Melilla, que a su vez informa al presidente del Gobierno Santiago Casares Quiroga.


*El general Romerales envía por la tarde una patrulla de guardias de Asalto y policía de paisano a registrar el departamento cartográfico. El teniente coronel de Estado Mayor Darío Gazapo Valdés, jefe de dicha comisión, hace retrasar el registro, alegando que para que la policía pudiese llevar a cabo tal registro, en una dependencia militar, era precisa la previa autorización del comandante militar de la plaza, general de brigada Romerales, y aprovecha para llamar al cuartel de la Legión, hablando con el teniente Julio de la Torre, el cual se presenta con una veintena de legionarios. Ante estos, la patrulla se rinde y los sublevados proceden a arrestar a Romerales, proclamando el estado de guerra, iniciando de esa forma anticipadamente el levantamiento, informando inmediatamente a los compañeros del resto de Marruecos que habían sido descubiertos.


Teniente Coronel Darío Gazapo

*Entre las cuatro y las cinco de la tarde del día 17, en Melilla, teniente coronel Darío Gazapo desencadena el golpe de manera fortuita. Una vez neutralizada la resistencia, los sublevados cablegrafían a Franco, que responde apelando a la «fe ciega en el triunfo», despidiéndose con un «Viva España con honor». Marruecos, Canarias, Sevilla, Zaragoza, Burgos, Valladolid y Pamplona, entre otras, se unen a la sublevación «republicana» orquestada por Mola (la bandera monárquica sólo ondeó en Pamplona y Burgos).



*Tras ser conocidos los acontecimientos de Melilla en Tetuan, la ciudad fue tomada durante la noche del 17 de julio. La noticia fue comunicada por los telegrafistas “rojos” de Melilla a los de Tetuán a las cinco y media de la tarde, hora en la que entraron las tropas sublevadas en el edificio de telégrafos. El jefe del movimiento en la capital del Protectorado era el coronel Eduardo Sáenz de Buruaga, quien dispuso las instrucciones para la ocupación de la ciudad. A media noche, Tetuán se encontraba prácticamente controlada con las excepciones del palacete de la Alta Comisaría y el aeródromo de Sania Ramel, que fueron los últimos reductos de la resistencia republicana. La ocupación de la Alta Comisaría –de la que se hizo cargo Sáenz de Buruaga-, la de la Delegación de Asuntos Indígenas –de la que se ocupó el teniente coronel Juan Beigbeder Atienza- y la adhesión del Jalifa consolidaron la ocupación, pese al bombardeo posterior de la ciudad por la aviación republicana.


General Luis Orgaz Yoldi

*El protagonista del alzamiento militar en Gran Canaria fue el general Luis Orgaz Yoldi, que se hallaba confinado en la isla por orden del Gobierno republicano. El 17 de julio de 1936 el general Franco, comandante militar de las islas Canarias, se había trasladado desde Tenerife a Las Palmas para presidir, en representación del Gobierno, el entierro del general Balmes, comandante militar de Las Palmas. Tras el sepelio se retiró al hotel Madrid, donde se había instalado con su esposa e hija. 


*Casares Quiroga es superado por los acontecimientos y Martínez Barrio telefonea a Mola para conseguir su fidelidad a la República. La respuesta del militar fue firme: «Ni más abrazos de Vergara ni más pactos de Zanjón». La sublevación había comenzado.

Valentín Galarza, como coronel

*En la tarde del 17 de julio de 1936, el teniente  coronel Valentín Galarza, agente de Mola y Sanjurjo en el Ministerio de la Guerra, transmitió a Pamplona la noticia de la sublevación del ejército de África en Melilla. 


*Ceuta en poco más de dos horas, la sublevación y su incorporación a la zona nacional se produjo sin incidentes. El jefe supremo de la compleja guarnición de Ceuta, era el general de brigada Osvaldo Fernando de la Caridad Capaz Montes, el cual se hallaba en Madrid disfrutando de un permiso. Le sustituía en la jefatura de las tropas el coronel de Artillería Arturo Díaz Clemente que, situado al margen de la conspiración, al tener conocimiento de que la guarnición de Melilla se había alzado en armas contra el Gobierno de la República, adoptó una actitud indecisa (por lo que al triunfar el alzamiento, fue expulsado del Ejército), perdiendo, como consecuencia de ello, el control de los jefes y oficiales que le estaban subordinados. A las 23 h del día 17 de julio de 1936, Juan Yagüe, jefe de la Legión, ordenó tocar generala, sacando acto seguido las tropas a la calle y ocupando la ciudad sin encontrar resistencia alguna. Ordeno el reparto de armas a civiles adeptos y falangistas.

General fidel Dávila Arroondo


*Burgos, el general Domingo Batet, jefe de la VI División Orgánica, ordena el arresto del general González de Lara, del comandante Porto Rial y la de los capitanes Murga Santos y Moral Movilla, por sospechas que estaban preparando el sublevarse contra el Gobierno. El capitán de Infantería Miranda Barredo, consiguió liberar a los arrestados. Al caer la tarde, el teniente coronel de Estado Mayor José Aizpuru, el comandante Antonio Algar y otros oficiales, proceden a la detención del general Batet. Acto seguido, el teniente coronel de Caballería Gavilán Almuzara depone y detiene al gobernador civil, al que se le reemplaza por el general retirado Fidel Dávila Arrondo. Prácticamente sin disparar un tiro, la ciudad quedó incorporada a los nacionales.


Casares Quiroga promete a Arturo Álvarez Buylla, alto responsable del Protectorado , aviones de refuerzo que nunca llegaron. Álvarez Buylla mure en el asalto de los rebeldes al aeródromo de la ciudad, Sania Ramel


Primo de Rivera escribe desde la cárcel de Alicante un manifiesto de apoyo a los sublevados.


El gobierno se reúne en consejo de ministros, Casares admite la posibilidad de perder el protectorado, pero confía en poder aislar la sublevación.

General Núñez de Prado


El General Núñez de Prado, fiel a la República inicia  contactos en Madrid para evitar que  mandos que se sumen a la sublevación.  


-El Ministro de Marina José Giral ordena medidas destinadas a limitar el posible alzamiento, creando un comité y mandando al destructor Churruca desde la base de Cartagena a Algeciras y al cañonero Dato a Ceuta. Pero no comprueba la lealtad al Gobierno de los mandos de esas naves. El destructor Churruca y el cañonero Dato se unieran al alzamiento.

  
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 La siega en Extremadura.--El campesino ganadero. Cálculo de coste de la recolección.-El ritmo de las labores.-Los rendimientos en la realidad  


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EL PERIÓDICO LA "VOZ" FUE UNO DE LOS POCOS DIARIOS QUE ESE DIA EVITO LA CENSURA

HORAS GRAVES PARA ESPAÑA 
Una parte del Ejército dé Marruecos se ha levantado en armas contra la República Nadie, absolutamente nadie, se ha sumado en la Península a este absurdo empeño Heroicos núcleos de elementos leales resisten a los sediciosos 

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